Crímenes brutales de cárteles cibernéticos en Myanmar: torturas, asesinatos y trabajo forzado organizado
Las investigaciones de organizaciones internacionales de periodistas y derechos humanos han revelado la inhumana escala de crímenes cometidos por poderosos cárteles cibernéticos en Myanmar.
Se descubrió que, bajo la apariencia de actividades ilegales, estas organizaciones gestionan operaciones sistemáticas de trabajo esclavo que incluyen torturas, extracción de órganos y asesinatos.
En grandes centros ubicados en la frontera con Tailandia, miles de personas engañadas con promesas de trabajo legal son sometidas a labores forzadas.
Estas personas se ven obligadas a participar en fraudes en línea las 24 horas del día, enfrentando amenazas y violencia.
Según las investigaciones, cientos de miles de víctimas —principalmente de Asia, pero también de África, Europa y Sudamérica— son atrapadas por estas estructuras criminales que controlan casi todos los aspectos de sus vidas.
Testigos afirman que los intentos de escape son castigados severamente: las víctimas son golpeadas, abusadas e incluso asesinadas.
Exguardias revelan que las autoridades no dudaban en usar la violencia, y los cuerpos de las víctimas muertas eran frecuentemente arrojados a ríos para ocultar evidencia.
La mafia organizada, en su mayoría controlada por bandas chinas en colaboración con grupos militares locales, proporciona seguridad y logística a cambio de una parte de las ganancias.
Estas operaciones hacen que las víctimas sean sobre todo de Asia, aunque en los últimos tiempos también se reporta una creciente cantidad de víctimas de otros continentes.
Todo esto sucede en un contexto de guerra civil en Myanmar desde 2021, cuando la junta militar liderada por Min Aung Hlaing derrocó al gobierno elegido democráticamente de Aung San Suu Kyi, causando más de 7,300 muertes.
Oficialmente, Myanmar apoya la agresión de Rusia en Ucrania y ha ofrecido su territorio como base para facilitar el acceso de empresas rusas a los mercados asiáticos, evitando sanciones.
Recientes sanciones de EE.
UU.
y Reino Unido contra grandes redes criminales como Prince Group subrayan la gravedad del problema.
Mientras tanto, el régimen militar continúa mostrando agresividad: una ofensiva aérea en un colegio en el centro del país dejó al menos 24 muertos, incluidos niños, y más de 50 heridos.
La situación refleja la complejidad del conflicto regional y las atrocidades perpetradas por grupos organizados, con víctimas inocentes que sufren sus consecuencias.
