Corea del Norte prueba misiles balísticos antes de la visita de Trump a Corea del Sur: una amenaza creciente en medio de tensiones geopolíticas
A mediados de octubre, justo antes de encuentros diplomáticos importantes en la región, Corea del Norte sorprendió al mundo con nuevas pruebas de misiles, lanzando varios misiles balísticos de corto alcance.
Las fuerzas militares de Corea del Sur y Estados Unidos respondieron rápidamente a esta escalada, detectando movimientos de misiles cerca de Pyongyang y siguiendo su trayectoria durante aproximadamente 350 kilómetros, hasta que cayeron en tierra.
Esto ocurrió solo siete días antes de la cumbre prevista de líderes de la región de Asia-Pacífico, incluyendo al presidente surcoreano Moon Jae-in y al presidente estadounidense Donald Trump, quienes planeaban discutir asuntos regionales y amenazas de Corea del Norte.
Informes indican que Seúl sospecha que Rusia pudo haber ayudado a Corea del Norte en el desarrollo de su más reciente misil intercontinental, complicando aún más la seguridad global.
Al mismo tiempo, Corea del Norte exhibió su nueva tecnología misilística en un desfile reciente, asistido por representantes de China y Rusia, reforzando una alianza estratégica entre regímenes autoritarios.
Los expertos subrayan que el programa nuclear de Corea del Norte sigue siendo una amenaza grave para la región y el mundo, y que su líder, Kim Jong-un, busca activamente reconocimiento como potencia nuclear para levantar sanciones.
La situación refleja una creciente tensión geopolítica y posibles provocaciones antes de cumbres clave con Estados Unidos, China y otros actores mundiales.
Aunque los esfuerzos diplomáticos por restablecer las negociaciones continúan, el fortalecimiento de la alianza Rusia-China-Corea del Norte genera inquietud en la comunidad internacional.
