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Zelensky y Trump: una colaboración imperfecta en un momento difícil para Ucrania

Chas Pravdy - 20 octubre 2025 12:51

La semana pasada, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky intentó aprovechar la posible mejora en las relaciones con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con el objetivo de asegurar ventajas militares cruciales.

En particular, su enfoque estuvo en la obtención de misiles de crucero Tomahawk, considerados en Kyiv como una herramienta capaz de cambiar el rumbo de la guerra y aplicar un golpe decisivo a la economía militar de Moscú.

Se esperaba que, tras una exitosa mediación para establecer un alto el fuego en Gaza, Trump estuviera dispuesto a apoyar a Ucrania proporcionándole la ayuda militar necesaria y fortaleciendo su posición frente al presidente ruso Vladimir Putin, presionándolo para que tomara en serio las negociaciones.

Sin embargo, la realidad fue diferente — la reunión entre Zelensky y Trump en la Casa Blanca fue cordial, pero no se lograron avances importantes.

Según Jamie Dettmers, editor de opinión de Politico Europe, la conversación transcurrió en un ambiente respetuoso, sin conflictos ni enfrentamientos, diferenciado de otros encuentros anteriores.

Zelensky, quien aprendió de experiencias previas, ahora entiende que durante las negociaciones con Trump es vital mostrar respeto y ser estratégicamente paciente.

A pesar de ello, muchos analistas consideran que este encuentro fue víctima de un mal momento y expectativas exageradas, ya que Ucrania apuraba conseguir la tan ansiada ayuda con misiles, mientras Washington mantenía una postura cautelosa debido a las incertidumbres políticas y militares.

Es importante destacar que, justo antes de la reunión, Trump sostuvo una llamada telefónica con Putin en la que bromeó sobre la posibilidad de transferir misiles Tomahawk a Ucrania, lo que alimentó las expectativas de otro encuentro en Budapest.

Según algunas fuentes, si Ucrania hubiera considerado ese diálogo y reducido sus expectativas, es probable que los resultados hubieran sido más productivos.

El presidente Trump sigue siendo cauteloso respecto a aprobar la transferencia de estos misiles por temor a una escalada del conflicto y a los riesgos políticos, en particular relacionados con la posible utilización de activos rusos congelados para financiar la defensa de Ucrania.

Paralelamente, en Washington crecen las tensiones sobre la distribución de fondos y activos rusos; Japón y los países europeos del G7 están presionando para que EE.

UU.

y Japón participen activamente en el proceso, pues temen que los activos rusos por valor de 140 mil millones de dólares almacenados en Europa puedan socavar la confianza mundial en el euro.

Si Washington y Tokio toman medidas similares, esas preocupaciones podrían aliviarse.

Por otra parte, una delegación ucraniana, incluida la oficina de Yermak y la Primera Ministra Julia Sviridenko, visitó Washington antes de las reuniones en la Casa Blanca.

Sin embargo, su intento de cerrar acuerdos concretos con las principales compañías militares y energéticas estadounidenses fracasó, principalmente por el mal timing y el enfoque en prioridades políticas internas en EE.

UU.

Los expertos señalan que el énfasis en los misiles Tomahawk distrajo la atención de otras necesidades críticas, como la entrega de sistemas de defensa aérea Patriot y aviones de combate F-16 y MiG.

Además, la atención política interna en EE.

UU., centrada en las disputas presupuestarias y en Medio Oriente, complejizaron aún más la ayuda a Ucrania.

En conclusión, la relación entre Trump y Zelensky sigue siendo tensa y compleja, lo cual dificulta que Ucrania obtenga todo el apoyo necesario para defenderse efectivamente de la agresión rusa.

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