Ataques continuos y tácticas enemigas en el sector de Pokrovsk: nuevos desafíos para las fuerzas ucranianas
La situación en el sector de Pokrovsk continúa siendo tensa y difícil para los defensores de Ucrania.
El enemigo concentra sus esfuerzos en ataques constantes con drones, empleando diversas tácticas para cumplir sus objetivos.
Según informes de los comandantes, los rusos son capaces de lanzar cientos de drones simultáneamente, lo que les permite impactar blancos seleccionados incluso a largas distancias sin mayores dificultades.
Realizan patrullas en pequeños grupos, utilizando edificios destruidos y refugios para esconderse, mientras esperan refuerzos para lanzar ataques adicionales.
Además, debido a las condiciones climáticas como la lluvia y la niebla, buscan reducir su visibilidad para la inteligencia aérea mediante camuflaje y moviéndose en ropa civil, violando las normas de guerra.
Las fuentes militares señalan que la intensidad de los bombardeos ha aumentado notablemente, con posiciones ucranianas recibiendo más proyectiles y misiles diariamente que en semanas o meses anteriores.
El enemigo concentra su armamento y tropas en la zona de Pokrovsk, avanzando más profundo en la defensa ucraniana y tratando de eliminar nuestras posiciones.
La mayoría de los ataques mecanizados son menos frecuentes, siendo reemplazados por ataques con drones kamikaze y tácticas de guerra electrónica.
Las fuerzas ucranianas emplean vehículos aéreos no tripulados de última generación, como los drones FPV, que destruyen con eficacia objetivos en retaguardia enemiga a distancias superiores a 40 kilómetros.
Sin embargo, las incursiones en las líneas enemigas presentan riesgos para nuestras tripulaciones, que deben recorrer largas distancias y enfrentarse a la destrucción de sistemas robóticos terrestres.
Los militares destacan que los rusos son capaces de lanzar cien drones en paralelo para atacar uno o dos objetivos específicos, dificultando la defensa ucraniana.
También se han documentado episodios de ‘asalto zombi’, cuando grupos de soldados rusos se mueven en campo abierto durante el día, haciéndose fácilmente objetivos para la aviación ucraniana y los drones de reconocimiento.