Ataques rusos a la infraestructura de gas en Ucrania: una nueva ola de terrorismo energético
En la última semana, Rusia ha intensificado sus esfuerzos para desestabilizar el sistema energético de Ucrania, a través de una serie de ataques aéreos masivos dirigidos a instalaciones de infraestructura de gas y energía.
Durante este período, las fuerzas rusas realizaron tres ataques importantes en las regiones de Járkov, Sumy y Chernihiv, lo que genera serias preocupaciones sobre la seguridad energética del país antes del invierno.
La noche del 15 de octubre, los atacantes usaron drones en ataques en la región, incluyendo un ataque a la central térmica Kamyanska en la región de Dnipro, causando daños en las instalaciones energéticas.
Los informes preliminares indican que aproximadamente el 60% de las capacidades de extracción de gas en las regiones de Poltava y Járkov han sido destruidas, lo que obliga a Ucrania a volver a depender de importaciones de gas por valor de casi dos mil millones de dólares para poder afrontar la temporada de invierno.
Según Serhii Koretskyi, director general de Naftogaz, estos objetivos no tienen relación con fines militares, sino que constituyen actos de terrorismo destinados a crear frío y escasez de recursos en todo el país.
Esto demuestra la intención de Rusia de destruir el potencial energético de Ucrania y socavar su capacidad para proveerse a sí misma, pero los ucranianos continúan resistiendo y negándose a ser atemorizados.
