Falta de ética en cuidados paliativos: vulneración de la dignidad en clínicas privadas
La situación de la atención paliativa en Ucrania continúa siendo extremadamente preocupante y llena de controversias.
Lamentablemente, muchas clínicas privadas que ofrecen servicios paliativos muestran un claro desconocimiento de la ética y de los derechos de los pacientes.
Fotos compartidas en redes sociales muestran a pacientes tendidos en salas comunes, sin cortinas ni barreras que respeten su privacidad y dignidad.
Una de esas imágenes revela la frente desnuda de un joven con un catéter, sin protección alguna, acompañada de un mensaje irónico sobre el cuidado.
Además, una gran cantidad de comentarios expresan agradecimiento y apoyo a quienes dicen cuidar a “nuestros chicos”, ignorando las violaciones evidentes a principios humanos y normativas médicas.
Los familiares de los pacientes muchas veces desconocen las malas prácticas y los abusos, pero aquellos que comprenden la situación generalmente permanecen callados, ya que deben elegir entre vivir en la pobreza o perder la última oportunidad de recibir ayuda.
La realidad es que, según datos de la NHSU, existe asistencia paliativa en los hospitales contratados, pero en la práctica, los pacientes permanecen solo unos pocos días, máximo tres semanas, tras lo cual deben buscar otra atención o pagar grandes sumas en clínicas privadas o benéficas.
Esto crea un ciclo vicioso de traslados constantes, pérdida de tiempo y empeoramiento de las condiciones de salud, con mayor peso económico para las familias, que muchas veces en su desesperación deben trabajar en múltiples empleos para garantizar los cuidados básicos.
Es triste ver cómo imágenes impactantes de pacientes vulnerables se usan para obtener fondos mediante donaciones o campañas benéficas, explotando su estado de vulnerabilidad para atraer recursos sin respetar sus derechos.
La cuestión todavía abierta es si las instituciones y las familias son conscientes de que tales prácticas vulneran la dignidad y derechos humanos de los enfermos.
Un ejemplo es Yurik, que sufrió heridas graves en la guerra y actualmente está en una clínica privada con una actitud ética cuestionable: sus imágenes en videos y la recaudación de fondos a su nombre, mientras su estado de indefensión se utiliza meramente como mercancía para obtener recursos, sin su consentimiento.
Mientras tanto, las reformas en el sistema sanitario continúan, pero las prácticas laxas y violaciones éticas amenazan con socavar los valores humanitarios en la atención médica.
