El Banco Nacional de Ucrania implementa una nueva política monetaria: más del 60% de las operaciones se realizan sin la participación del NBU
En 2023, el Banco Central de Ucrania dio un paso importante en la ajuste del mercado cambiario interno, introduciendo un régimen de tipo de cambio flexible gestionado.
Esta estrategia eliminó las restricciones previas en forma de una tasa fija, que limitaban la dinámica del mercado de divisas.
Según afirmó el gobernador del NBU, Andriy Pishnyi, actualmente aproximadamente el 60% de las operaciones de cambio en Ucrania se llevan a cabo sin la intervención directa del regulador, lo que duplica la proporción de hace dos años.
Este escenario refleja una adaptación paulatina de la economía del país a las nuevas condiciones y una menor dependencia de la regulación estatal.
Pishnyi resaltó que el cambio a un régimen flexible ha contribuido a la estabilización, permitiendo absorber las fluctuaciones estacionales y reducir el riesgo cambiario para los actores del mercado.
Además, el gobierno continúa vendiendo divisas fuera del mercado abierto, ayudando a distribuir de manera más uniforme las reservas internacionales.
El régimen gestionado hace que el tipo de cambio funcione como amortiguador frente a shocks económicos, transformándose en una herramienta que previene la generación de crisis.
En relación con el déficit de cuenta corriente, el funcionario explicó que este se debe principalmente al aumento de importaciones de bienes inelásticos, como armas y productos energéticos, que no reaccionan significativamente a variaciones en el tipo de cambio.
En 2025, las importaciones de maquinaria y energía crecieron en un 33%, lo cual limita los efectos de la política cambiaria.
Para 2026, Ucrania planea recibir más de 45 mil millones de dólares en ayuda externa, aunque algunos recursos aún están en negociación con socios internacionales.
Pishnyi expresó confianza en que esta estrategia ayudará a estabilizar la economía, y el equipo ucraniano trabaja intensamente en la consecución de estos objetivos y en la obtención de recursos necesarios.
Además, el país baraja la posibilidad de abandonar el uso del dólar estadounidense, apostando por una mayor cercanía del hryvnia al euro, con el fin de fortalecer sus relaciones económicas con Europa en medio de la fragmentación global del comercio mundial.
