Virus y enfermedades neurodegenerativas: nuevos descubrimientos en investigación médica
Estudios recientes y a gran escala en el campo de la medicina están arrojando nueva luz sobre la relación entre las infecciones virales y el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, como Alzheimer, Parkinson y esclerosis múltiple.
El análisis de más de 500,000 registros médicos realizado por científicos revela que ciertos virus, incluyendo encefalitis, neumonía, varicela y meningitis, aumentan significativamente la probabilidad de padecer estas afecciones.
Se ha encontrado que las personas que sufrieron encefalitis viral tienen 31 veces mayor riesgo de desarrollar Alzheimer, y quienes fueron hospitalizadas por neumonía muestran una mayor susceptibilidad a condiciones neurodegenerativas graves, como Parkinson y demencia.
Además, las infecciones virales intestinales, junto con herpes zóster (culebrilla), también contribuyen a la progresión de los procesos neurodegenerativos cerebrales, a veces con efectos persistentes durante más de 15 años tras la infección inicial.
Un estudio de gran escala con 10 millones de personas detectó una relación entre el virus de Epstein-Barr y un aumento de 32 veces en el riesgo de esclerosis múltiple.
En otra investigación, los científicos analizaron datos de aproximadamente 135,000 personas, identificando 22 posibles conexiones entre infecciones virales y enfermedades neurodegenerativas.
Aunque aún no se ha establecido una relación causa-efecto definitiva, los hallazgos indican que las infecciones virales y la inflamación del sistema nervioso pueden ser factores de riesgo importantes para estas condiciones.
Según el investigador Andrew Singleton, prevenir infecciones virales y reducir la inflamación neural puede ser clave en la prevención y tratamiento de estas enfermedades en el futuro.
No obstante, los científicos resaltan que los resultados son preliminares y que se requieren más investigaciones para confirmar las relaciones causales.
Esta evidencia emergente refuerza la importancia de controles médicos regulares y de la vacunación para mantener la salud cerebral y reducir el riesgo de padecer enfermedades neurológicas graves.