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Robots de microburbujas: una revolución en medicina y tecnologías de movimiento del futuro

Chas Pravdy - 08 septiembre 2025 16:52

Investigadores de Estados Unidos y China han logrado un avance significativo en el campo de la nanotecnología, desarrollando un método innovador para el movimiento de robots microscópicos capaces de reemplazar las agujas tradicionales en las inyecciones.

Esta técnica de vanguardia se basa en el fenómeno de cavitación, que consiste en la rápida colapsación de burbujas de aire o gas en un líquido, generando ondas de choque.

Estos micro-robots, llamados ‘saltadores’, pueden recorrer distancias considerables en relación a su tamaño diminuto: alcanzando alturas de hasta 1,5 metros y velocidades de 12 metros por segundo en agua.

La tecnología permite controlar con precisión los movimientos incluso en entornos complejos, como laberintos o canales microfluídicos.

La operación se realiza creando burbujas mediante el calentamiento de un material especialmente absorbente a la luz con un láser, provocando su explosión y creando una onda de choque repentina.

Ajustando la intensidad, el ángulo y el tiempo del láser, los científicos pueden dirigir el movimiento y la fuerza de estos micro saltadores.

Inspirados por fenómenos naturales como la dispersión de esporas de helechos y el chorro impulsado por peces,’ tecnológicos, estos micro-robots ofrecen una precisión superior en comparación con métodos tradicionales dependientes de campos magnéticos o combustibles químicos, sin necesidad de fuentes de energía internas o mecanismos móviles.

En la medicina, estos micro-robots ofrecen un enorme potencial: pueden penetrar la piel y permitir inyecciones sin agujas, además de entregar medicamentos de manera precisa en zonas específicas, como tumores.

La tecnología, controlada mediante luz, es mínimamente invasiva y adecuada para procedimientos en tejidos delicados.

Además, podrían utilizarse en la exploración de ambientes inaccesibles, desplazándose por superficies húmedas o irregulares, en tuberías o dentro de sistemas biológicos como la sangre o los líquidos intercelulares.

Sin embargo, persisten desafíos importantes: controlar con precisión la cavitación en el interior del cuerpo humano para evitar lesiones en tejidos sanos y superar la dificultad de penetración de la luz láser en tejidos profundos —lo cual podría solucionarse con tecnología de fibras ópticas o infrarrojos.

La elección de materiales biocompatibles, como compuestos basados en dióxido de titanio, polipirrol y carburo de titanio, es fundamental para garantizar seguridad y compatibilidad.

Aunque todavía en fase conceptual, los primeros resultados confirman la viabilidad del movimiento micro impulsado por cavitación, lo que podría transformar procedimientos médicos y abrir nuevas posibilidades en medicina mínimamente invasiva.

Estos avances representan un paso hacia el futuro, impactando varias disciplinas de la ciencia y la tecnología.

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