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La ilusión de la inclusión: por qué las nuevas directrices del Minedu no funcionan en las escuelas ucranianas

Chas Pravdy - 25 octubre 2025 18:40

Las recientes directrices metodológicas del Ministerio de Educación y Ciencia de Ucrania, destinadas a apoyar a los niños con trastornos mentales y conductuales, han generado un amplio debate en la comunidad educativa.

Aunque la idea de replicar la experiencia de las ‘Escuelas de superhéroes’, centros educativos situados en hospitales con acompañamiento médico y psicológico, posee sus ventajas, su implementación en una escuela convencional ucraniana resulta mucho más compleja y problemática.

El experto en educación Volodymyr Onatsky señala que una clase con treinta alumnos, llena de ruido, campanadas y comportamientos inquietos, difiere radicalmente de las condiciones de una sala hospitalaria diseñada para niños vulnerables.

Los docentes a menudo enfrentan situaciones donde los alumnos presentan problemas psicológicos o conductuales pero carecen de acceso a datos médicos por razones de privacidad; no pueden consultar a médicos sin autorización de los padres, y no todas las escuelas cuentan con psicólogos a tiempo completo.

La ausencia de apoyo sistemático hace que los maestros se vean obligados a navegar estos problemas sin formación especializada, lo cual puede tener consecuencias negativas para los niños, los docentes y la inclusión en general.

Anteriormente, los profesores podían recibir información detallada sobre el desarrollo y características de los alumnos de parte de los padres, pero ahora las restricciones limitan esa posibilidad.

Por ello, los docentes deben ‘percibir’ la problemática de manera intuitiva, lo que resulta ineficaz y puede perjudicar tanto a los niños como a los maestros.

La falta de un sistema integral de apoyo convierte a la inclusión en una mera transferencia de responsabilidades, generando agotamiento emocional, estrés y en algunos casos despidos docentes.

Incluso una reacción inapropiada puede desencadenar ataques de pánico, autoagresiones o lesiones en los niños, así como estrés profundo en los profesores.

El autor critica que las directrices del Ministerio sean superficiales y no reflejen la realidad de las escuelas ucranianas, poniendo a los docentes en una posición de crisis constante en un entorno saturado de desafíos y recursos insuficientes.

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