Cumbre potencial entre Trump y Putin en Budapest: Implicaciones geopolíticas y estrategia diplomática
Según los últimos informes de Reuters, el mundo diplomático está en alerta ante la posibilidad de que el presidente de EE.
UU., Donald Trump, y el líder ruso, Vladimir Putin, se encuentren en la capital de Hungría, Budapest.
Este posible encuentro ha generado gran preocupación entre los aliados de Ucrania y los países occidentales, que buscan aislar diplomáticamente a Moscú debido a su agresión contra Ucrania.La reunión, que está prevista en las próximas dos semanas, podría convertirse en un acto simbólico que complique aún más la postura de Occidente en la guerra de Rusia contra Ucrania.
Simultáneamente, surge la noticia de que en el contexto de la discusión sobre el suministro de misiles de largo alcance Tomahawk a Ucrania, las tensiones se incrementan.
La elección de Budapest como sede sorprendió a muchos diplomáticos, ya que Hungría forma parte de la UE y la OTAN, que coordinan apoyo a Ucrania y sanciones contra Rusia.Esta región tiene un significado histórico importante, ya que en Budapest en 1994 se firmó el Memorando de Budapest, que garantizaba la seguridad de Ucrania a cambio de renunciar a armas nucleares.
Rusia traicionó posteriormente estos acuerdos, iniciando una invasión que hace que esta reunión sea símbolo de los nuevos desafíos en la diplomacia mundial.Expertos en política exterior advierten que esta cumbre podría profundizar la crisis de seguridad en Europa.
Un diplomático europeo de alto rango enfatizó: “La amenaza de misiles Tomahawk aumenta, y Putin busca reuniones.
Si Trump cree que puede lograr algo, intentará que suceda”.
Además, la proximidad de Hungría a Moscú y su obligación teórica de arrestar a Putin en caso de que visite, según una orden de la CPI, es vulnerada por muchos diplomáticos.
La posibilidad de que no se cumpla esta orden es muy plausible.El primer ministro Viktor Orbán anunció que Hungría está preparándose para la cumbre, aunque aún no hay ruta de vuelo definida para Putin.
La portavoz de la Comisión Europea, Anita Hipper, declaró que Putin podría entrar en la UE a pesar de las sanciones y activos congelados.
El analista político Botond Feleedi considera que esta reunión significará ganancias simbólicas para Putin, permitiéndole negociar sin la presencia del liderazgo ucraniano, elevando aún más la tensión geopolítica en la región.
