La UE propone usar activos rusos congelados para financiar la defensa de Ucrania con ayuda de EE.UU.
La Unión Europea está considerando activamente una nueva estrategia para apoyar a Ucrania en su lucha contra la agresión rusa.
Según fuentes creíbles, incluida ‘European Pravda’, la UE propone destinar una parte de un ‘préstamo de reparaciones’, basado en activos rusos congelados, para la compra de armas modernas producidas en Estados Unidos.
La idea fue anunciada por representantes europeos durante una reunión con diplomáticos el viernes 17 de octubre y forma parte de una estrategia más amplia para aprovechar los activos congelados relacionados con el sistema financiero ruso.
La propuesta surgió en medio de reuniones diplomáticas inesperadas entre el presidente estadounidense Donald Trump y el líder ruso Vladimir Putin en Hungría, lo que sorprendió a muchos aliados europeos.
Funcionarios indicaron que los fondos de los activos congelados del Banco Central de Rusia, por un valor de 140 mil millones de euros, podrían utilizarse para crear un ‘crédito de reparaciones’ para ayudar a Ucrania.
Según documentos internos de la Comisión Europea, obtenidos por ‘Financial Times,’ una parte significativa de estos fondos se destinará a la adquisición de armamento, apoyo a la industria de defensa ucraniana y a la de los aliados europeos.
Aunque Francia aboga por priorizar armas europeas, la Comisión Europea se muestra abierta a colaborar con socios internacionales dispuestos a brindar apoyo adicional a Ucrania.
Diplomáticos subrayan que esta iniciativa busca mantener involucrados a EE.UU.
mediante contratos importantes de adquisición de armamento.
Además, la UE insta a países del G7 y otros a fortalecer su apoyo, en particular mediante el uso de activos rusos congelados en sus jurisdicciones.
Reino Unido y Canadá ya manifestaron su disposición a unirse y apoyar esta iniciativa.
La idea del ‘préstamo de reparaciones’ contempla que Ucrania comience a pagar solo tras el fin de la guerra y cuando Rusia pague las reparaciones posbelicistas.
Este mecanismo no implica confiscación, sino un uso estratégico de los activos rusos congelados como paso provisional hacia la recuperación y estabilidad a largo plazo de Ucrania.