Fracas en las negociaciones sobre financiación del gobierno de EE.UU.: continúa el cierre y la crisis política
En Washington, se ha producido un nuevo revés en los esfuerzos por restablecer el funcionamiento del gobierno estadounidense.
El proyecto de ley destinado a poner fin al cierre de tres días y financiar las agencias federales hasta el 21 de noviembre fue rechazado una vez más en el Senado tras unas negociaciones políticas infructuosas entre los dos principales partidos.
Durante cinco días, demócratas y republicanos no lograron llegar a un acuerdo sobre las condiciones presupuestarias, dejando a decenas de miles de empleados federales y estructuras empresariales en permiso no remunerado debido al cese de actividades gubernamentales.
El líder republicano en el Senado, John Thune, no logró obtener apoyo demócrata para aprobar definitivamente la financiación temporal sin condiciones adicionales.
Como resultado, la votación, que se realizó con una diferencia de 54 a 44 votos, no alcanzó los 60 necesarios para su aprobación.
La mayor parte de la aprobación provino solo de tres senadores demócratas, mientras que Rand Paul fue el único republicano en votar en contra.
Los líderes de ambos partidos intentaron sortear la crisis, prometiendo discutir la extensión de subsidios de salud bajo la ley ACA, que expiran a fin de año.
Los democrátas insisten en que estas subvenciones sean parte obligatoria del presupuesto a corto plazo.
Por su parte, Thune admitió que actualmente es imposible predecir una fecha de resolución.
Se esperaba que el acuerdo se lograra si 8-9 demócratas apoyaban la propuesta, pero al día siguiente el proceso se estancó debido a la llamada de Chuck Schumer a abstenerse de apoyar la resolución hasta que los republicanos acepten cambios en los incentivos fiscales.
El cierre ya está costando a EE.UU.
aproximadamente mil millones de dólares por semana, afectando gravemente la economía y las perspectivas a largo plazo.
Antes de la votación, Thune volvió a dirigirse a los demócratas indecisos, asegurando que solo unos pocos votos más eran necesarios — y que ya 55 senadores apoyaban una resolución de financiamiento sin condiciones políticas.
Los demócratas presentaron su propia propuesta presupuestaria extendiendo el financiamiento hasta el 31 de octubre, pero también fue rechazada con 46 votos a favor y 52 en contra, abriendo una nueva fase en la lucha política en el Congreso de EE.UU.