Cómo Putin intenta socavar a la OTAN desde dentro: las tres metas estratégicas del dictador ruso
En medio de una creciente tensión en Europa y la amenaza de nuevos conflictos, un análisis de The Economist revela las maniobras encubiertas del presidente ruso Vladimir Putin en la zona gris contra la OTAN.
Por un lado, drones rusos violan el espacio aéreo de Polonia y Estonia, dañan cables submarinos en el Mar Báltico, y aeropuertos e infraestructura crucial están paralizados por ciberataques y ataques con vehículos no tripulados—todo esto crea una atmósfera de amenaza constante, aunque aún no desemboca en un conflicto abierto.Simultáneamente, Putin realiza una campaña dirigida a desestabilizar la unidad de la OTAN, sembrando desconfianza entre las naciones europeas y EE.UU.
Sus planes incluyen minar el artículo 5, que garantiza la defensa colectiva, para debilitar la cohesión del bloque.
Además, Moscú intensifica la presión sobre los países que apoyan a Ucrania, realizando sabotajes, ciberataques, interferencias electorales y difundiendo propaganda ant Western.El tercer objetivo, más profundo, busca debilitar la estabilidad interna en democracias occidentales, desacreditar su fuerza económica y erosionar la confianza en las instituciones liberales.
Rusia, con una economía menos robusta y menor PIB en comparación con los países occidentales, pretende generar caos para presentarse como una potencia más sólida, mientras desacredita las democracias y fomenta movimientos populistas.Para los aliados, se recomiendan acciones como incrementar la transparencia sobre provocaciones, responder rápidamente ante amenazas identificadas, fortalecer las capacidades defensivas en Europa, reforzar la flota en el Mar Báltico, modernizar medidas contra drones y mejorar la defensa cibernética.
También es imprescindible aplicar sanciones contra actores provocadores y aprovechar los activos congelados para apoyar a Ucrania.
La clave radica en un accionar decisivo y coordinado; ignorar estos desafíos puede derivar en conflictos aún más destructivos y permitir que Rusia evite la responsabilidad, incrementando el riesgo de una escalada peligrosa.