Moscú responde a Europa: Rusia prepara medidas a gran escala contra congelamientos de activos y sanciones

Las tensiones entre el Kremlin y la Unión Europea siguen intensificándose ante nuevos desafíos económicos y políticos.
El centro de atención hoy son los planes de los líderes europeos para otorgar a Ucrania un crédito de 165 mil millones de dólares, financiado con activos rusos congelados.
Sin embargo, Moscú ve esta iniciativa como una ofensa personal y prepara una respuesta más contundente.
En respuesta, las autoridades rusas han iniciado una campaña a gran escala para nacionalizar y privatizar activos extranjeros pertenecientes a compañías internacionales que operan en Rusia.
Esto podría significar la pérdida de inversiones extranjeras y que los activos sean confiscados o vendidos a precios rebajados.
Según Bloomberg, el 30 de septiembre, Vladimir Putin firmó un decreto que permite la venta acelerada de activos estatales mediante un procedimiento especial.
Este decreto tiene como objetivo facilitar la venta rápida de diferentes empresas, tanto rusas como extranjeras, bajo condiciones preferentes.
Mientras tanto, los países del G7 han declarado que están preparados para imponer sanciones a quienes compren petróleo ruso o ayuden a evadir las restricciones existentes.
Durante mucho tiempo, Rusia se ha abstenido de confiscar activos de corporaciones occidentales, optando en su lugar por gestionar temporalmente ciertas empresas antes de organizar su venta a los mejores postores a precios descontados.
Actualmente, Rusia transfiere los ingresos de compañías occidentales a cuentas especiales, desde las cuales solo puede retirar fondos con autorización del gobierno.
Esto refuerza el control estatal sobre las inversiones extranjeras en el país.
Además, el banco austriaco Raiffeisen Bank International ha vuelto a fracasar en su intento de vender su participación en el negocio ruso, dejando en evidencia las dificultades que enfrentan los inversores extranjeros en medio del endurecimiento de las sanciones.