Macron insta a intensificar la presión sobre la flota sombra de Rusia para frenar la financiación de la guerra y desmantelar operaciones ilegales

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha realizado un llamado a la comunidad europea para fortalecer las acciones destinadas a interrumpir los mecanismos que sustentan la flota sombra de Rusia — un componente clave del sistema financiero del Kremlin.
Macron subrayó la necesidad de aumentar las esfuerzos para identificar y detener tanqueros ilegales que transportan petróleo ruso bajo banderas falsas en aguas cercanas a Francia y otros países europeos.
Según sus declaraciones, estas operaciones clandestinas no solo financian la guerra en Ucrania, sino que además permiten a Rusia mantener modelos comerciales que evaden las sanciones internacionales, consolidando así su capacidad militar.
“Incrementar la presión sobre la flota sombra no es solo una cuestión de seguridad, sino una estrategia crucial en la lucha contra la agresión rusa.
Se trata de destruir las bases económicas que sostienen su poder militar, privándola de ingresos adicionales”, explicó Macron.
Con una estimación de que al menos 444 barcos participan en estas actividades ilícitas, Macron hizo un llamado a la acción coordinada con la OTAN para implementar mecanismos conjuntos de vigilancia y respuesta rápida.
Se calcula que este comercio ilegal genera más de 30 mil millones de euros anualmente para Rusia, recursos que financian aproximadamente el 40% de sus esfuerzos militares contra Ucrania.
Francia ya ha iniciado acciones para combatir el contrabando marítimo, deteniendo embarcaciones que operan con banderas falsificadas o con orígenes desconocidos.
La semana pasada, las patrullas francesas interceptaron un buque ruso cerca de Dinamarca, sospechoso de disfrazarse con una bandera extranjera, lo que ha generado preocupación sobre posibles provocaciones y evasiones de sanciones.
Las investigaciones sobre el origen del buque y sus vínculos con la flota sombra continúan, y la ley marítima internacional permite a los países patrulleros realizar inspecciones en caso de sospechas sobre la bandera oficial y el origen real de los barcos.
La iniciativa de Macron refuerza el compromiso de Francia con una Europa más resistente y contribuye a garantizar la seguridad marítima frente a las operaciones ilegales en la región.