El Primer Ministro de Eslovaquia, Robert Fico, no asiste a la cumbre en Copenhague por problemas de salud y tensiones políticas

En medio de crecientes crisis políticas y de seguridad en Europa, el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, anunció de manera inesperada su ausencia en la reunión no oficial de líderes de la Unión Europea programada para el 1 de octubre en Copenhague.
La razón oficial fue la peoría de su salud, que atribuyó a las secuelas de un intento de asesinato del año pasado.
Esta decisión se tomó en un contexto de medidas de seguridad reforzadas en la capital danesa, incluyendo sospechas de actividades de drones alrededor de los aeropuertos del país.
Según Bloomberg, las verdaderas razones de su ausencia están relacionadas con conflictos políticos internos y disputas dentro del gobierno eslovaco, que han sido ampliamente difundidas en los medios y redes sociales.
Recientemente, en Eslovaquia, se han producido protestas masivas contra las políticas económicas del gobierno y su postura percibida como pro-rusa.
Además, en agosto de 2023, Fico mencionó complicaciones de salud posteriores a su tiroteo en mayo del año pasado, cuando recibió cinco disparos mientras saludaba a sus seguidores tras una reunión gubernamental.
El atacante afirmó que actuó por desacuerdos con las políticas del gobierno.
Este incidente derivó en cargos de terrorismo contra el agresor.
Fico también estuvo ausente en varias apariciones públicas en abril de 2023, debido a problemas de salud, incluyendo un debate televisado con el expresidente checo Miloš Zeman, resaltando sus problemas médicos y de seguridad.
Otra noticia política fue la acusación por parte del gobierno eslovaco, que sugiere una conspiración del presidente Peter Pellegrini para desestabilizar el gabinete de Fico y formar un nuevo gobierno con mayor influencia.
Pellegrini, quien recientemente regresó de Estados Unidos, supuestamente busca destituir a Fico y consolidar su poder, según fuentes políticas.
Fico negó estas acusaciones y afirmó tener información que confirma esas intenciones.
Paralelamente, en el Parlamento Europeo, se denunciaron actividades de vigilancia por parte del gobierno eslovaco dirigidas a misiones de monitoreo, lo que genera preocupaciones por la estabilidad política interna.
Estas sucesiones de eventos reflejan un escenario político complejo y tenso en Eslovaquia con implicaciones regionales sobre la posible adhesión de Ucrania a la OTAN y la seguridad en Europa del este.