La influencia indirecta de Rusia en la aviación mundial persiste a pesar de su exclusión de la OACI
Aunque Rusia, como país agresor, no forma parte oficialmente del Consejo de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y no tiene poder decisorio directo, continúa ejerciendo una influencia significativa en la industria aeronáutica global a través de medios indirectos.
Expertos señalan que, tras las sanciones impuestas en 2022 debido a la invasión de Ucrania y las violaciones de las normas internacionales de aviación, Rusia se vio obligada a operar con aviones antiguos y piezas de repuesto de dudoso origen.
Sin embargo, aerolíneas rusas como Aeroflot y S7 permanecen activas en el sistema internacional de transporte aéreo, lo que permite a Rusia mantener cierta influencia.
El abogado internacional Gunduz Mamedov destaca que Rusia aún puede influir de manera indirecta en el sector a través del mercado, alianzas de la industria, estándares y acuerdos bilaterales.
Esto abre caminos para que Rusia impacte en la aviación global incluso sin ser miembro oficial de la OACI.
Los analistas aconsejan que, para debilitar la posición rusa, sería recomendable fortalecer su aislamiento en organizaciones como la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) y otras instituciones similares que regulan los estándares internacionales de la aviación civil.
La experiencia con la OACI muestra que los precedentes pueden ser utilizados por otras organizaciones internacionales, como la Organización Marítima Internacional, la Unión Internacional de Telecomunicaciones, la Agencia Internacional de Energía Atómica y la Organización Mundial del Comercio, para limitar la influencia de Rusia en el escenario mundial.
Recordemos que el 27 de septiembre, en Montreal, Rusia no logró asegurar su ingreso al Consejo de la OACI, quedando a solo seis votos de la mayoría requerida, lo que refuerza su creciente aislamiento en la comunidad internacional de la aviación civil.
