Irán Acelera la Expansión Secreta de Infraestructuras Nucleares en la Cordillera de Zagros
Análisis recientes de imágenes satelitales revelan que Teherán está llevando a cabo esfuerzos activos para ampliar su capacidad nuclear, enfocándose en instalaciones subterráneas escondidas en la cadena montañosa de Zagros.
Este movimiento estratégico demuestra el intento de Irán de fortalecer su posición en medio de declaraciones oficiales que promueven una moratoria en el enriquecimiento de uranio.
Las observaciones indican que los ingenieros iraníes no han cesado sus trabajos; al contrario, han intensificado sus actividades reforzando puntos clave para proteger las instalaciones de posibles ataques aéreos, especialmente cerca del Monte Kirka, ubicado cerca del complejo nuclear de Natanz.Fuentes conocedoras de evaluaciones independientes informan que las medidas de seguridad se han incrementado notablemente: se han extendido muros perimetrales, se han reforzado entradas en los túneles y también se ha aumentado la excavación de tierra, evidenciando una expansión significativa de los trabajos subterráneos.
Los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) aún no han obtenido acceso a dichas instalaciones, y su director, Rafael Grossi, ha declarado que Irán ha rechazado responder a las solicitudes de información respecto a esta ubicación.Expertos estiman que las cámaras subterráneas en la cima del Monte Kirka podrían estar situadas a profundidades de hasta 100 metros, lo que las hace aún más resistentes y ocultas que las instalaciones en Fardo.
Aunque en 2020 Irán afirmó que dicha área sería utilizada para la producción de centrifugadoras, las características actuales, como el tamaño y la profundidad de los túneles, generan dudas entre analistas.
Se presume que estas instalaciones podrían destinarse a enriquecimiento clandestino de uranio o a almacenamiento seguro de reservas de uranio casi listas para ser convertidas en armas.Tres expertos independientes que analizaron las imágenes satelitales detectaron indicios claros de actividad: protecciones más fuertes, nuevas carreteras y entradas reforzadas, además de un aumento en el movimiento de rocas extraídas.
La presencia de maquinaria pesada confirma que los trabajos continúan y que la infraestructura subterránea posiblemente se extiende aún más.La comunidad internacional, incluyendo EE.
UU.
y la propia IAEA, continúa vigilando estrechamente la situación, advirtiendo sobre las posibles intenciones de Irán de reactivar o ampliar su programa nuclear sin autorización.
La tensión aumenta mientras Teherán intenta avanzar discretamente en el fortalecimiento de su infraestructura nuclear, lo cual mantiene en alerta máxima a los órganos de control y a las potencias mundiales en su afán por prevenir la proliferación nuclear.