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Terremotos y actividad volcánica en Santorini: nuevos descubrimientos científicos y explicaciones para los eventos de 2025

Chas Pravdy - 26 septiembre 2025 15:35

A principios de 2025, la isla griega de Santorini se convirtió en el centro de atención mundial debido a una serie de fuertes terremotos que sacudieron la región.

Durante varias semanas, se registraron más de 28,000 temblores, algunos con magnitudes superiores a 5.0.

Estos eventos sísmicos generaron inquietud entre los residentes y científicos, ya que su origen permanecía desconocido: ¿eran resultado de desplazamientos tectónicos o de actividad volcánica? Un estudio reciente publicado en la revista ‘Nature’ proporcionó una respuesta clara.

Un grupo internacional de científicos, mediante el uso de sensores submarinos, monitoreo sísmico y avanzados algoritmos de inteligencia artificial, determinó que los terremotos fueron causados por el movimiento de magma bajo Santorini y volcanes vecinos.

Según el geofísico marino Jens Karstens del instituto GEOMAR, la colaboración estrecha permitió a los investigadores seguir la crisis casi en tiempo real y comprender mejor la interacción entre los volcanes.

Las primeras señales aparecieron en verano de 2024, cuando el magma ascendió desde las profundidades y se acumuló en un depósito bajo la isla, causando un ligero levantamiento de unos pocos centímetros.

Aunque estos cambios no eran visibles externamente, activaron movimientos adicionales de magma que desembocaron en una serie de enjambres sísmicos en 2025.

Cuando las masas fundidas comenzaron a atravesar la corteza, hubo un aumento repentino en la frecuencia de los terremotos.

Marius Isken del Centro Helmholtz de Ciencias Geológicas explicó que este patrón es típico del ascenso de magma, que rompe la roca y crea nuevos caminos, provocando actividad sísmica intensa.

Un hallazgo inesperado fue la conexión hidrológica entre Santorini y los volcanes vecinos.

Durante los terremotos, unos 300 millones de metros cúbicos de magma se elevaron desde las profundidades y se detuvieron a unos cuatro kilómetros bajo el lecho marino.

Estos resultados se lograron combinando métodos geofísicos tradicionales con algoritmos de inteligencia artificial para localizar con precisión los sismos y reconstruir los procesos subterráneos.

Los científicos subrayan que estos descubrimientos no solo clarifican la naturaleza de los terremotos de 2025, sino que también abren nuevas posibilidades para el monitoreo de actividad volcánica en la región, lo cual es fundamental para futuras predicciones y medidas preventivas.

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