Rogozin pronostica un estancamiento en la guerra: análisis de los desafíos militares actuales y obstáculos
El exviceministro de Defensa de Rusia y actual comandante de la unidad especial de sistemas no tripulados «Bars-Sarmat» de las Fuerzas Aerotransportadas de Rusia, Dmitry Rogozin, realizó declaraciones sobre la situación del conflicto entre Rusia y Ucrania.
Según sus palabras, la guerra ha llegado a un punto muerto estratégico, complicando cualquier posibilidad de resolución rápida o avance significativo.
Rogozin destacó que ambas partes están prácticamente igualadas en armamento, entrenamiento y motivación del personal.
La mayoría de las operaciones militares se llevan a cabo a nivel táctico, involucrando pequeños grupos de asalto de entre tres y cinco soldados que operan bajo constante vigilancia aérea y en terrenos minados.
Él subrayó que el soldado moderno debe disponer de un amplio conjunto de herramientas: armas automáticas, municiones, escopetas de cañón liso para contrarrestar drones y dispositivos de guerra electrónica, utilizados simultáneamente.
«Estar parado con este equipamiento es un reto, pero lanzar un ataque con él es una tarea completamente diferente», afirmó en una entrevista.
También resaltó la vulnerabilidad significativa de la tecnología militar en zonas a unos 20 kilómetros de la línea del frente, donde cualquier vehículo que avance corre el riesgo de ser alcanzado desde ambos lados.
La batalla más violenta, según Rogozin, se desarrolla en las cercanías de Kherson, en los islotes, donde se luchan combates constantes por controlar estas posiciones estratégicas, con frecuentes destrucciones de vehículos y altas pérdidas humanas.
Desde su centro de mando, Rogozin observa mediante drones los campos quemados, los pueblos arrasados y la ausencia de bosques, lo que dificulta los movimientos y la operación en el terreno.
Finalmente, señaló que muchas carreteras están minadas—tanto con minas remotas como mediante otros métodos—haciendo que el desplazamiento de la maquinaria militar sea extremadamente peligroso y a menudo termine en explosiones.
Rogozin sostiene que solo la adopción de tácticas avanzadas y ataques precisos por parte de ambas fuerzas podrán evitar que la guerra entre en un punto de estancamiento definitivo, aunque la situación en el terreno se vuelve cada vez más compleja y desafiante.
