Fiesta del Apóstol Juan el Teólogo: su significado, historia y tradiciones en el día de la memoria
El 26 de septiembre, Ucrania celebra una de las festividades cristianas más veneradas: el Día del Apóstol Juan el Teólogo.
Este día está dedicado a honrar a uno de los discípulos más importantes de Cristo, autor del Evangelio de Juan, del Libro del Apocalipsis y de las tres epístolas que forman parte del Nuevo Testamento.
Juan el Teólogo no es solo una figura religiosa, sino también un símbolo de fidelidad, profundidad espiritual y amor incondicional hacia Dios y los semejantes.
Según las tradiciones, Juan fue el discípulo amado del Salvador, a quien se le confió cuidar de la Virgen María.
Tras la muerte de Jesús, sirvió a María durante casi dos mil años, escribiendo textos espirituales que inspiran a millones en todo el mundo.
Se dice que recibió dones proféticos que le permitieron llegar a los corazones de las personas a través de sus escritos.
En los primeros siglos de la iglesia, debido a su fe y predicación, fue perseguido por paganos y emperadores romanos, entre ellos Domiciano, que ordenó arrestarlo y torturarlo.
Sin embargo, Juan permaneció indemne a las torturas: ni el veneno ni el aceite hirviendo le hicieron daño.
Se cree que se le otorgó la inmortalidad y fue exiliado a la isla de Patmos, donde continuó escribiendo sus obras divinas.
Incluso en el exilio, alejado de la compañía humana, siguió trabajando: escribió el Evangelio, las cartas y el libro del Apocalipsis, el último del Nuevo Testamento.
La leyenda dice que cada año, del lugar donde descansa, emana un polvo fino que tiene propiedades curativas y que puede aliviar diversas enfermedades para quienes lo creen.
En la historia, el Día del Apóstol Juan el Teólogo estuvo marcado por estrictas prohibiciones: no se permitía consumir alcohol, realizar trabajos pesados, hacer conjuros ni adivinaciones, ya que se consideraba un pecado.
También estaba prohibido maldecir, pelearse, desear daño o faltar el respeto a otros.
Este día no solo es una ocasión para honrar al santo, sino también para la purificación espiritual, la reflexión y la oración.
Los antiguos creían que evitar el negativity y las supersticiones en este día ayudaba a celebrar de manera digna y preservar la integridad espiritual.
