Conmemoración del Apóstol Juan el Teólogo: Tráditos y Guía Espiritual

El 26 de septiembre, los creyentes de la tradición cristiana oriental en Ucrania celebran un día muy importante dedicado a la memoria de uno de los apóstoles más venerados: Juan el Teólogo.
Este santo fue no solo uno de los doce discípulos de Jesucristo, sino también su alumno favorito, llegado a recibir la responsabilidad de cuidar a la Virgen María tras la ascensión de Jesús.
La celebración empieza el día anterior, con reuniones en las iglesias para rezos comunitarios, solicitando al apóstol sanación, prosperidad y protección divina.
Es costumbre confesarse y participar en la comunión, prácticas que fueron fundamentales en las prédicas y escritos de Juan el Teólogo, quienes atrajeron a miles hacia la fe cristiana.
Aquellos que no puedan acudir a la iglesia pueden rezar en casa, en círculos familiares, manteniendo vivo el espíritu de la festividad.
En este día se hace especial énfasis en las oraciones dirigidas al apóstol, solicitándole interceder por nosotros y por nuestros seres queridos.
Además, los eventos espirituales y las oraciones en silencio ayudan a los fieles a reflexionar sobre los valores esenciales de la vida.
La oración del día es profunda y pide: “Gran apóstol Juan, evangelista y teólogo perfecto, tú viste las revelaciones divinas que la humanidad espera.
Acéptanos, pecadores, bajo tu protección, y obtén misericordia y bendiciones del Mismo Misericordioso Cristo, nuestro Señor.
Ilumina nuestros corazones y mentes para que vivamos en justicia y sigamos los mandamientos de Dios.
Concédenos salud espiritual y física, llénanos de bondad y gracia, y guíanos en el camino de la salvación.
Ayúdanos a recibir fuerza e inspiración a través de tus oraciones y buenas obras para glorificar el nombre de Dios, nuestro Creador, Salvador y Señor, hoy y siempre.
Amén.” La celebración de este día nos recuerda la importancia de prepararnos espiritualmente, unirnos en fe y honrar a los santos que sirven como ejemplo para las futuras generaciones.
Es una época para recordar el papel fundamental del Apóstol Juan en la expansión del cristianismo y en la conservación de sus valores esenciales en el mundo actual.