El Parlamento Europeo da un duro golpe a Orbán antes de las elecciones en Hungría

En Bruselas, recientes acontecimientos han tenido un impacto profundo en el panorama político de Hungría, justo en vísperas de las elecciones parlamentarias programadas para abril del próximo año.
El Parlamento Europeo, en una decisión tomada el martes, adoptó una postura firme contra el primer ministro húngaro Viktor Orbán y sus aliados, condenando sus acciones y señalando la posible utilización de instrumentos políticos y legales para abordar varios casos penales internos y la lucha por los valores democráticos y la independencia judicial.
En particular, en el Comité de Asuntos Jurídicos se aprobó una resolución señalando que los diputados del Parlamento Europeo que representan movimientos de oposición en Hungría deben gozar de protección frente a persecuciones por parte de las autoridades locales.
Esto ocurre en medio de conflictos persistentes entre Bruselas y Budapest relacionados con los derechos LGBT+, sanciones contra Rusia y la adhesión de Ucrania a la Unión Europea.
En el contexto de persecuciones políticas, la fiscalía húngara comenzó a investigar a varios líderes de la oposición: al líder de oposición Peter Mádlyar lo acusan por un incidente en un club nocturno, a la dirigente de la coalición democrática Klára Dobrev la presentan por difamación, y a la activista italiana y diputada del Parlamento Europeo Ilaria Salis se le teme arresto tras su encarcelamiento previo en Budapest.
Sin embargo, en la votación crucial en el comité JURI, los tres diputados conservaron su inmunidad parlamentaria, lo que generó duras críticas de diversas fuerzas políticas, que argumentaron que estos casos fueron iniciados después de su elección como diputados.
Mádlyar, que se encuentra en los primeros lugares en las encuestas y es considerado un posible candidato para derrotar a Orbán, se convirtió en un problema especialmente para Fidesz.
Los representantes de Fidesz en Bruselas criticaron severamente la decisión de mantener su inmunidad, señalando que envía un mensaje preocupante de que ciertos políticos pueden actuar sin ser responsables.
Muchos analistas advierten que estas tensiones podrían poner en riesgo la estabilidad democrática en Hungría y debilitar la unidad de la Unión Europea.
Algunos interpretan las acciones de Orbán como un intento de manipular las instituciones de la UE para mantener el poder, retrasando reformas, congelando miles de millones de euros en ayuda y bloqueando la adhesión de Ucrania.
Todo esto plantea la pregunta: ¿cómo puede la UE frenar las políticas destructivas de Orbán que amenazan la integridad del proyecto europeo? Aunque varias estrategias están en discusión, aún no se ha visto una acción decisiva.