Amplio plagio en la academia rusa: nuevas dimensiones del saqueo académico con rastros ucranianos

En la comunidad académica actual, uno de los fenómenos que cada vez recibe mayor atención es lo que se puede denominar ‘saqueo académico’.
Este problema está relacionado con el uso masivo de sistemas automatizados de traducción y procesamiento de información, que facilitan la difusión de plagio a gran escala desde tesis ucranianas hacia publicaciones científicas rusas.
Investigadores del grupo T-invariant analizan esta tendencia, que empieza a tomar impulso en medio de la guerra y los conflictos políticos entre países.Una herramienta clave en este proceso es la tecnología de traducción automática, que por un lado favorece el intercambio rápido de conocimientos, pero por otro abre las puertas al abuso.
Según los analistas, desde principios de los años 2020, ha habido un aumento acelerado en el número de casos de plagio traducido desde trabajos académicos ucranianos hacia fuentes rusas, en comparación con los niveles mínimos previos a 2020.Los datos muestran que grandes volúmenes de tesis ucranianas son utilizados como fuente para crear publicaciones apócrifas.
Este fenómeno se ha detectado mediante métodos avanzados de procesamiento del lenguaje natural, que permiten comparar automáticamente decenas de miles de tesis y publicaciones en línea desde 2012 hasta 2022.
Como resultado, se han identificado más de 100 artículos con grandes traducciones y préstamos, publicados tras la defensa de las respectivas tesis.Muchas de estas publicaciones pertenecen a diferentes áreas científicas y se diseminan por todo Rusia, desde Vladivostok hasta San Petersburgo.
Destaca que algunos autores involucrados no tienen afiliaciones institucionales directas, incluyendo militares y oficiales de las fuerzas de seguridad, lo que demuestra la amplitud del problema.Otra tendencia es que durante la pandemia y la fase activa de la guerra, aumentó la creación artificial de coautorías, que indica esquemas organizados por fábricas de publicaciones falsas, conocidas como paper mills.
Estas fábricas producen contenido científico falso a gran escala y colaboran frecuentemente con ciertas revistas, incluyendo aquellas que están en la lista del Comité de Acreditación Superior (VAK), lo que aumenta los riesgos para la integridad de la ciencia rusa.Aunque la situación aún no ha llegado a niveles catastróficos, la tendencia es preocupante.
Sin medidas efectivas, existe un riesgo real de que la problemática se agrave, afectando la reputación internacional y la capacidad de autorregulación de la ciencia rusa.
Mientras tanto, Ucrania continúa luchando por salvaguardar su herencia cultural y científica, implementando sanciones contra las instituciones rusas involucradas en saqueos culturales en territorios ocupados, con el fin de preservar su identidad nacional y contrarrestar el robo de patrimonio cultural.