La respuesta insuficiente de Europa ante las provocaciones de Rusia aumenta el riesgo de escalada, advierten expertos

En las últimas dos semanas, la situación de seguridad en Europa se ha intensificado hasta niveles críticos, poniendo en jaque la estabilidad del continente desde el comienzo de la agresión masiva de Rusia.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha llevado a cabo una serie de provocaciones destinados a poner a prueba la resistencia de la OTAN, en un intento de desestabilizar aún más la región.
Entre las acciones destacadas se encuentran el despliegue de enjambres de drones que obligaron a los aviones de combate de la alianza a despegar sobre Polonia y Rumania, así como el ingreso de aviones rusos MiG-31 en el espacio aéreo de Estonia durante 12 minutos, el 19 de septiembre, sobre la bahía de Finlandia.
Estas acciones no son incidentes aislados, sino movimientos calculados para medir las capacidades y reacciones de los países adheridos a la OTAN.Analistas militares apuntan que Rusia usa estas provocaciones para recopilar información sobre las respuestas de la alianza, con la intención de perfeccionar su estrategia en conflictos futuros.
El Instituto para el Estudio de la Guerra sugiere que Moscú busca evaluar sus capacidades para implementar tácticas híbridas, acumulando experiencia para incrementar la presión en la región.
Desde la anexión de Crimea en 2014, la estrategia de Rusia muestra un patrón de indecisión occidental que solo ha servido para fortalecer su posición y ampliar la tensión en la zona.A pesar de los llamados de los líderes occidentales a tomar medidas más contundentes, las reacciones de Estados Unidos han sido inconsistentes.
El expresidente Trump, a través de sus redes sociales, expresó su desconcierto ante las provocaciones, diciendo: “¿Qué es esta violación? Rusia viola el espacio aéreo polaco con drones — ¡y ya empieza!” Esto refleja una postura aún vulnerable de Europa ante las amenazas rusas.Expertos y funcionarios piden una respuesta decisiva: el ministro de Asuntos Exteriores de Polonia insta a sus aliados a reforzar la interceptación y neutralización de drones y misiles rusos.
Sin embargo, las dificultades logísticas hacen que sea casi imposible detener sistemáticamente los enjambres económicos y baratos de drones.
Moscú intensifica su estrategia, buscando fomentar el caos y la inestabilidad prolongada en la región mediante ataques masivos.Por otro lado, la postura cada vez más audaz de Putin, especially after the August summit in Alaska, indica que Moscú se siente más confiada y dispuesta a ampliar la escalada, incluso advirtiendo que cualquier intento occidental de enviar fuerzas de paz en Ucrania podría verse como objetivo legítimo para la destrucción.La historia muestra que la demostración de fuerza es el único lenguaje que Rusia entiende a buen grado.
Los expertos subrayan la necesidad de que Europa sea más decidida y muestre su fortaleza a través de acciones militares y políticas, incluyendo el suministro de armas de largo alcance a Ucrania para atacar las bases de producción de drones rusos y proteger el espacio aéreo de la OTAN.En definitiva, las maniobras recientes de Rusia, si no son contrarrestadas a tiempo, podrían provocar una escalada aún más peligrosa en la región, afectando la estabilidad global.
La unidad y decisión de los aliados serán clave para frenar la expansión de las provocaciones y mantener la paz y seguridad en Europa.