Kim Jong Un abierto al diálogo con EE. UU., pero solo sin renunciar a su arsenal nuclear
El líder norcoreano, Kim Jong Un, ha manifestado su disposición a mantener conversaciones con Estados Unidos, aunque bajo condiciones específicas: se opone a cualquier esfuerzo diplomático que exija a Pyongyang abandonar su arsenal nuclear.
Según sus declaraciones, la insistencia de Washington en la desnuclearización total solo refuerza la determinación de Corea del Norte de conservar su programa nuclear.
Durante una sesión de la Asamblea Popular Suprema el 21 de septiembre, Kim enfatizó que no hay obstáculos para el diálogo con EE.
UU.
siempre que Washington cambie su postura y deje de presionar para una desmilitarización completa.Kim mencionó que las sanciones impuestas a Corea del Norte no son castigos, sino lecciones que han fortalecido la resistencia y autosuficiencia del país.
Estas restricciones, argumentó, han sentado las bases para el desarrollo de tecnología avanzada en misiles y capacidades nucleares.
Además, Kim declaró categóricamente que Corea del Norte nunca intercambiará su arsenal nuclear por el alivio de las sanciones, considerando que estas sanciones son una fuente de fortaleza e independencia.En el contexto de la diplomacia actual, el nuevo líder surcoreano, el presidente Lee Jae-myung, quien asumió el cargo en junio, está promoviendo activamente el reestablecimiento del diálogo con Pionyang.
Sus iniciativas incluyen medidas para fortalecer la confianza y reducir gradualmente la tensión, así como la posible reducción de las actividades nucleares norcoreanas.
Lee destaca que Donald Trump, el expresidente de EE.
UU., podría jugar un rol importante en facilitar estos esfuerzos.Mientras los países occidentales, especialmente Estados Unidos, continúan aplicando sanciones y ejerciendo presión diplomática sobre Corea del Norte, Kim se mantiene firme en su estatus como potencia nuclear.
Cree que la diplomacia debe basarse en el respeto mutuo y en el reconocimiento de los intereses de su país.
A pesar de las sanciones internacionales y las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, Pionyang insiste en que su Estado nuclear es irreversible, y que cualquier uso de la fuerza o presión externa solo agravará la crisis.La situación en torno al programa nuclear de Corea del Norte sigue siendo tensa, pero existen vías abiertas para la reconciliación si EE.
UU.
y otros actores dispuestos a cambiar su estrategia y entablar negociaciones diplomáticas serias basadas en el respeto mutuo y la comprensión.