Crisis profunda en EE. UU.: censura, presión política y la lucha por la libertad de expresión

Chas Pravdy - 22 septiembre 2025 15:56

En Estados Unidos se ha desatado un escándalo político y cultural de gran magnitud, que pone en evidencia las amenazas constantes a la libertad de expresión y la independencia de los medios de comunicación.

La crisis comenzó tras la suspensión del popular presentador de televisión Jimmy Kimmel, debido a unos comentarios que realizó acerca del asesinato de Charlie Kirk.

ABC y Disney decidieron detener la emisión de ‘Jimmy Kimmel Live!’, alegando que las declaraciones del conductor eran inaceptables, lo que provocó una oleada de indignación entre actores, músicos, políticos y organizaciones defensoras de los derechos humanos.

La situación, reportada por The Guardian, pone de manifiesto las crecientes preocupaciones por los esfuerzos del gobierno por restringir la libertad de expresión mediante la censura y la presión política.

La controversia se intensificó después de que Kimmel sugiriera que la ‘banda MAGA intenta desesperadamente presentar al sospechoso del asesinato de Charlie Kirk como otra persona’.

Brendan Carr, director de la Comisión Federal de Comunicaciones nombrado por Donald Trump, calificó estos comentarios como inaceptables y advirtió sobre posibles revocaciones de licencias para emisoras vinculadas a ABC.

Como respuesta, Disney anunció la suspensión indefinida del programa, que llevaba en emisión desde 2003, generando una oleada de protestas por parte de figuras celebrities y organizaciones públicas.

El actor Mark Ruffalo afirmó en redes sociales que EE.

UU.

está en camino hacia un régimen autoritario, ya que el gobierno busca limitar la libertad de expresión y advirtió sobre una posible situación similar a la del control del Talibán.

Otros artistas, como Pedro Pascal, Olivia Rodrigo, Tatiana Maslany y el director Damon Lindelof, mostraron su rechazo a la censura y llamaron a defender la democracia y la libertad de expresión.

Figuras como Ben Stiller, Ginn Smart, Wanda Sykes y Dominic Monaghan también expresaron su apoyo a Kimmel, destacando la crisis mediática y las dobles normas en las prácticas de censura.

Varios políticos, incluido el expresidente Barack Obama, coincidieron en que la situación refleja un aumento en la cultura de cancelación y un riesgo para las bases democráticas del país.

Gobernadores como Gavin Newsom (California) y J.B.

Pritzker (Illinois) identificaron una acción coordinada contra la libertad de expresión, mientras líderes militares y defensores de derechos humanos advirtieron sobre la posible pérdida de derechos fundamentales.

Por otro lado, Trump y sus partidarios MAGA celebraron la decisión de Disney, considerándola un paso hacia la recuperación de la verdadera libertad en EE.

UU., y criticaron a Kimmel por supuestamente carecer de talento.

Organizaciones de derechos humanos advirtieron que este caso sienta un peligroso precedente para la censura y el control político, poniendo en riesgo la libertad de medios y la libre expresión.

El escándalo, que trascendió el ámbito televisivo, también ha provocado despidos de profesores, enfermeros, bomberos y otros empleados públicos por sus comentarios en redes sociales relacionados con la situación, reflejando una crisis más profunda en la libertad de expresión en el país.

La Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, ya aprobó un proyecto de ley que propone recortar drásticamente el gasto gubernamental en radiodifusión pública y ayuda extranjera, lo que acentúa las tensiones y el enfrentamiento político en torno a estos derechos fundamentales.

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