Amenazas para los microbios que producen un tercio del oxígeno de la Tierra se acercan — científicos advierten sobre posible colapso ecológico

Los microorganismos que desempeñan un papel fundamental en la sustentación de la vida en nuestro planeta enfrentan actualmente desafíos nuevos y de gran magnitud.
En particular, las cianobacterias llamadas Prochlorococcus, consideradas los organismos fotosintéticos más comunes e influyentes en los océanos del mundo, están en riesgo debido al incremento de la temperatura del agua.
Estos diminutos microbios son responsables de aproximadamente un tercio del oxígeno que respiramos y constituyen un elemento clave en las cadenas alimentarias marinas.
Sin embargo, recientes estudios muestran que el aumento de la temperatura oceánica afecta de manera significativa su supervivencia, lo que podría tener consecuencias desastrosas para los ecosistemas.
Investigadores del Universidad de Washington, entre ellos el oceanógrafo François Ribalet, llevaron a cabo un estudio exhaustivo que analizó más de 800 mil millones de células de Prochlorococcus recolectadas durante 90 expediciones en 13 años.
Los datos indican que la temperatura óptima para estos organismos oscila entre los 19°C y 28°C.
No obstante, las proyecciones climáticas sugieren que en los próximos 75 años muchas áreas del océano tropical y subtropical superarán ese rango, reduciendo la tasa de reproducción y, por ende, la producción de oxígeno en el planeta.
A temperaturas superiores a los 30°C, la división celular de estas bacterias se reduce casi a cero, poniendo en riesgo la estabilidad de los ecosistemas marinos.
Además, dado que estos microbios tienen un perfil genético muy limitado y poca complejidad, adaptados a aguas pobres en nutrientes, la pérdida de genes importantes para responder a condiciones de estrés puede disminuir su resistencia ante un aumento rápido de la temperatura.
Por otro lado, otros microorganismos como Synechococcus, que también dominan en zonas cálidas, podrían aprovechar esta oportunidad, aunque requieren mayores niveles de nutrientes.
En conjunto, estos cambios ecológicos pueden alterar profundamente los ciclos biogeoquímicos y el equilibrio de los ecosistemas oceánicos.
La situación destaca la necesidad de entender los mecanismos de adaptación microbiana y la urgencia de combatir los efectos del cambio climático para preservar funciones esenciales de la biosfera.