Reino Unido propone usar activos congelados de Rusia para financiar a Ucrania mediante nuevos esquemas de crédito

En el Reino Unido, las autoridades están considerando cada vez más la posibilidad de aprovechar los activos rusos congelados para brindar apoyo a Ucrania.
El Ministerio de Finanzas del país tiene en marcha un ambicioso plan que se basa en miles de millones de libras en activos estatales rusos que permanecen congelados en territorio británico.
Según informa la publicación de renombre Politico, estas discusiones surgen en un contexto de esfuerzos por encontrar fuentes adicionales de financiamiento para la defensa y la estabilidad económica de Ucrania, que atraviesa una de sus peores crisis por la guerra.
Aunque la confiscación total de estos activos sigue siendo ilegal bajo el derecho internacional, las autoridades británicas proponen crear llamados “créditos de reparaciones”, una estrategia que permitiría movilizar fondos para Ucrania sin infringir la ley.
Además, esta iniciativa contempla la colaboración con la Unión Europea, con el objetivo de coordinar y optimizar el uso de los fondos congelados.
Actualmente, en el Reino Unido se mantienen aproximadamente 25 mil millones de libras en activos rusos, mientras que en Bruselas Europa cuenta con unos 185 mil millones de euros en activos congelados similares.
El gobierno británico subraya que solo se considerarán opciones que cumplen con el marco legal internacional y que sean responsables desde el punto de vista económico.
La idea principal es transformar estos activos en bonos sin intereses, respaldados por garantías de la UE, lo que permitiría evitar acusaciones de apropiación ilegal de fondos.
Sin embargo, las instituciones financieras mundiales han expresado su preocupación por los riesgos jurídicos y reputacionales que podrían derivarse de estas propuestas.
Por su parte, la Unión Europea busca ampliar la ayuda a Ucrania, que enfrentará nuevos desafíos fiscales el próximo año.
Aunque parte de los activos rusos ya se han utilizado para pagar préstamos previos, la discusión sobre el uso posterior de estos fondos embargados sigue siendo un tema abierto.
Algunos expertos cuestionan la seguridad y legalidad de estas iniciativas, mientras que el Banco Central Europeo se opone a la confiscación directa y también duda de la viabilidad del esquema de créditos de reparaciones propuesto por la UE.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, remarcó la importancia de mantener las bases legales y evitar la fragmentación financiera.
Este escenario refleja el esfuerzo en Europa por equilibrar las consideraciones políticas y jurídicas frente a las sanciones, la guerra y el uso de activos congelados.
Además, países como Alemania han modificado recientemente su postura y ahora muestran mayor disposición a utilizar los activos congelados para apoyar a Ucrania, situación que indica cambios en el panorama geopolítico europeo.
En definitiva, la propuesta de convertir grandes fondos en inversiones más riesgosas para incrementar la ayuda a Ucrania genera un intenso debate legal, político y financiero en todo el continente.