La policía de los Países Bajos utiliza fuerza en protestas antiinmigración y genera tensión

Las protestas masivas en los Países Bajos se transformaron en enfrentamientos violentos entre manifestantes y las fuerzas del orden, lo que genera graves preocupaciones sobre la democracia y la estabilidad política del país.
El sábado, la policía de La Haya empleó gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a los participantes agresivos en una manifestación contra la inmigración que reunió a miles de personas.
Se reporta que más de treinta manifestantes fueron detenidos, y dos oficiales resultaron heridos.
Los protestantes exigían políticas de inmigración más estrictas y la reducción del número de solicitantes de asilo, muchos portando banderas nacionales y símbolos vinculados a movimientos de extrema derecha.
Estos hechos agravan la tensión política en vísperas de las elecciones parlamentarias programadas para finales de octubre.