Aumento en la venta de productos caducados en Rusia y problemas para hacer cumplir la ley

Chas Pravdy - 21 septiembre 2025 14:42

En Rusia, se ha observado una tendencia alarmante: el número mensual de productos alimenticios caducados vendidos continúa en aumento.

Según datos de Rospotrebnadzor, durante el período de agosto de 2024 a agosto de 2025, se registraron más de 179,5 millones de ventas de productos que no pasaron por el sistema obligatorio de marcado.

Esta cifra supera con creces los niveles del año anterior, registrándose un incremento de más de 56 millones.

A pesar de que se ha implementado un sistema de etiquetado digital para advertir a los consumidores sobre la proximidad del vencimiento en el punto de venta, esta medida aún no ha producido los resultados esperados.

La autoridad ha propuesto medidas más drásticas, incluyendo la automatización de sanciones para los vendedores que comercialicen productos caducados, similar al sistema de multas automáticas aplicado en las leyes de tránsito.

Bajo esta propuesta, los empresarios podrían enfrentarse a multas de entre 30,000 y 40,000 rublos, con la confiscación de los productos vencidos, mientras que las empresas podrían pagar multas de hasta 600,000 rublos.

Sin embargo, para dar cierta flexibilidad a los negocios, la entrada en vigor de estas multas se ha pospuesto hasta 2026.

Además, se propone una multa adicional de 50,000 rublos para los vendedores que no se hayan registrado en el sistema de marcado.

Es importante destacar que, en el último año, el número de productos vendidos sin pasar por el sistema ha aumentado en más de 56 millones.

Los expertos señalan que la principal causa de esta problemática radica en la moratoria sobre las inspecciones comerciales, que ha permitido a los vendedores evadir controles y no enfrentar sanciones efectivas.

Según Oleg Pavlov, presidente del Consejo Público ante Rospotrebnadzor, la venta de productos caducados se realiza principalmente porque en Rusia no existen medidas de control y sanción efectivas, lo que fomenta la impunidad y socava la confianza del consumidor en la seguridad alimentaria.

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