Las violaciones aéreas rusas en Estonia: historia y situación actual

Chas Pravdy - 20 septiembre 2025 18:44

Desde 2014, la Federación Rusa ha estado violando sistemáticamente el espacio aéreo de Estonia, lo que ha generado una creciente inquietud tanto en las fuerzas armadas estonias como en la comunidad internacional.

En este período, según informes oficiales, se han registrado más de cuarenta incidentes en los que aeronaves militares rusas penetraron ilegalmente en las fronteras aéreas del país.

La mayoría de estos incidentes tenían como objetivo demostrar poder y ejercer presión psicológica, enviando mensajes de fuerza a Estonia y sus socios occidentales.El primer caso importante de violación en los últimos años ocurrió en 2014, justo después de la anexión de Crimea por Rusia, lo que impulsó a Estonia y sus aliados de la OTAN a reforzar su capacidad de defensa aérea en la región.

La participación de aviones MiG-31 en estas incursiones fue significativa, sobre todo durante períodos en los que aumentó la cooperación con la OTAN en el marco de las misiones de policía aérea desplegadas en los países bálticos.

La cantidad de incursiones alcanzó su punto máximo en 2016, con diez incidentes; posteriormente, esa cifra disminuyó y, desde 2019 hasta 2024, no se registraron violaciones confirmadas.Aunque los tres países bálticos cuentan con fuerzas aéreas nacionales, no disponen de cazas modernos capaces de defender de manera autónoma su espacio aéreo.

Por ello, la misión de la OTAN en la región resulta fundamental para garantizar la seguridad del espacio aéreo.

Los aviones de la alianza suelen intervenir de forma rutinaria, monitorizando y perlongando vuelos rusos que a menudo vuelan con los transpondedores apagados y sin plan de vuelo previo, evitando también establecer comunicación por radio con los controladores de tránsito.El comandante de la Fuerza Aérea de Estonia, coronel Jaanek Lehisete, ha declarado que este comportamiento es difícil de justificar desde una perspectiva militar.

Además, explicó que probablemente Rusia utiliza estas acciones como una forma de demostrar poder y ejercer presión psicológica, enmarcadas dentro de las tácticas de guerra híbrida, con el fin de extender inseguridad y miedo en países vecinos.

El experto en política de defensa Tony Lawrence, del Centro Internacional de Defensa y Seguridad en Tallinn, señaló que estas acciones buscas cumplir múltiples objetivos: afirmar la percepción de soberanía de Estonia, poner a prueba la respuesta de la OTAN y promover la incertidumbre mediante estrategias de guerra híbrida.Por su parte, el excomandante de las Fuerzas Aéreas de Estonia, el coronel Jaan Taar, opina que estos incidentes, en particular los del área de Wainloo, son provocaciones deliberadas.

Recordó que, a diferencia de incidentes pasados que duraron algunos segundos y podrían haber sido errores de pilotaje, los ataques recientes parecen ser movimientos coordinados y planificados con precisión.

Taar explicó que la causa principal de los incidentes en Wainloo radica en legados de la era soviética: la discrepancia y las limitaciones en las regiones de información de vuelo de San Petersburgo y Tallin, y las dificultades para establecer límites claros en el espacio aéreo de Estonia.Además, señaló que los esfuerzos por renegociar estos límites y reorganizar la gestión del control de vuelos han sido dificultados por razones políticas e históricas.

En 2004, apenas unas semanas antes de que Estonia ingresara en la OTAN, ya se registró otro incidente similar, cuando dos aviones Su-27 sobrevolaron la bahía de Tallin en una maniobra que fue interpretada como una advertencia.Los analistas militares y expertos en seguridad enfatizan que montar una vigilancia constante y fortalecer la defensa aérea es vital en medio del aumento de la agresividad rusa y del uso de tácticas híbridas para generar inseguridad en la región.

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