Rusia intensifica la captación de mercenarios para conflictos en el Oriente Medio: nuevos detalles y amenazas para la seguridad de Ucrania
La situación en torno a la masiva captación de mercenarios en Oriente Medio se vuelve cada vez más compleja debido a los esfuerzos coordinados entre Rusia e Irán para reclutar combatientes de países de la región, como Irak, Siria, Afganistán, Libia, Yemen y otros.
Fuentes del servicio de seguridad ucraniano revelan que Moscú y Teherán están involucrando activamente a antiguos militantes del ISIS, lo cual genera gran alarma entre los analistas de seguridad.Una de las principales razones de esta extensa campaña de reclutamiento es la grave escasez de personal en las fuerzas armadas rusas, lo que obliga a las autoridades a buscar fuentes alternativas para llenar sus filas.
Los mercenarios reciben incentivos económicos de varios miles de dólares, además de promesas de conseguir la ciudadanía rusa tras seis meses de servicio.
Para esconder las rutas ilegales de traslado, se utilizan redes de migración clandestina y corredores de tráfico que atraviesan países clave de la región, incluyendo Oriente Medio, Armenia, Georgia, Azerbaiyán y Asia Central.En los últimos días, las fuerzas de seguridad han detenido a migrantes ilegales que intentaban cruzar las fronteras en Armenia, Azerbaiyán y países de Asia Central.
La inteligencia confirma una estrecha colaboración entre estos migrantes y los servicios secretos rusos, con promesas explícitas de participar en conflictos militares.
Destaca la detención de un ciudadano iraquí, Amir Vissam Jwadh, quien intentaba cruzar ilegalmente una frontera y, según las investigaciones, había sido reclutado por el Ministerio de Defensa ruso para luchar contra Ucrania.Documentos revelan que el mercenario iraquí firmó un contrato con las fuerzas armadas rusas, con promesas de pagos que oscilan entre 3,000 y 8,000 dólares, además de la posibilidad de obtener ciudadanía rusa tras seis meses de servicio.
Estas acciones evidencian una política sistemática de reclutamiento de militantes extranjeros para participar en conflictos, lo que representa una grave amenaza a la seguridad regional y la estabilidad de Ucrania.