Rusia enfrenta una grave crisis de escasez de combustible: más de 20 regiones luchan con la falta de gasolina y aumento de precios

Chas Pravdy - 19 septiembre 2025 19:32

Informes recientes de inteligencia revelan que la Federación de Rusia atraviesa en la actualidad una crisis severa de suministro de combustible en más de veinte de sus regiones, incluyendo territorios ocupados temporalmente en Ucrania.

La problemática surge por una combinación de causas, entre ellas la reducción de inventarios en las estaciones de servicio y restricciones deliberadas en los suministros por parte de grandes empresas controladas por el Estado, como Rosneft, Lukoil, Gazprom Neft, Surgutneftegas y Tatneft.

Estas compañías están retrasando intencionadamente la entrega de gasolina contratada, prefiriendo pagar una multa del 5% en lugar de aumentar las entregas al mercado.

Tales acciones han provocado el cierre de varias estaciones en regiones como Belgorod y Vladimir.

La situación empeora debido a las altas tasas de crédito que dificultan la acumulación de reservas por parte de los operadores locales.

Aunque en Rusia ya existe una crisis de combustible, Bielorrusia ha restringido las exportaciones de gasolina a Rusia, agravando aún más la crisis.

Los expertos advierten que en el invierno de 2025/2026 la escasez de combustible podría intensificarse, agravando los problemas económicos y sociales en Rusia.

Ante ello, el Kremlin podría verse obligado a aumentar las importaciones desde Bielorrusia, Kazajistán y China, lo que también generaría dificultades logísticas, especialmente para abastecer a las fuerzas militares en territorios ocupados.

Actualmente, en Moscú y Saratov ya se reporta una grave escasez de gasolina AI-95, con muchas estaciones sin stock.

Además, el 17 de septiembre, la Bolsa Internacional de San Petersburgo registró un precio récord para el combustible: más de 73,200 rublos por tonelada de AI-92.

La crisis se intensifica debido al cierre de 13 refinerías desde el 2 de agosto, con una capacidad conjunta de más de 119 millones de toneladas al año.

El gobierno y las empresas petroleras han tenido que reprogramar los mantenimientos para restablecer las entregas internas.

Por su parte, Transneft ha advertido que podrían reducir la extracción de petróleo debido a las dificultades logísticas y a la creciente demanda.

La situación de escasez persistente amenaza con agravarse aún más, afectando la economía rusa y la logística militar en los territorios ocupados.

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