Recuperar Bagram: posibles implicaciones para Afganistán y la seguridad global
Las ambiciones del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, de recuperar el control sobre la estratégicamente importante base aérea de Bagram podrían desencadenar una nueva escalada militar en Afganistán, con profundas repercusiones geopolíticas.
Según un informe de Reuters, Trump expresa públicamente su deseo de volver a ocupar esta instalación militar crucial ubicada en el centro de Afganistán, que sirvió como principal base de las fuerzas estadounidenses durante veinte años de conflicto.
Él argumenta que su proximidad a China, a solo una hora en avión desde donde el país desarrolla armas nucleares, convierte a Bagram en un punto clave para la vigilancia regional y la prevención de amenazas.Funcionarios actuales y anteriores de EE.
UU.
han manifestado su preocupación por estos planes, señalando que cualquier intento de recuperar Bagram requeriría miles de soldados, sistemas modernos de defensa antiaérea y una logística compleja, puesto que la base se convertiría en un enclave aislado en una región inestable.
Expertos militares advierten que tal operación podría transformarse en una misión a gran escala, de alto riesgo y con recursos inmensos, incluyendo esfuerzos para asegurar y limpiar el perímetro, además de mantener una vigilancia constante contra amenazas insurgentes locales, como Isis y Al-Qaeda.Además, la posible reocupación de Bagram plantea interrogantes sobre la seguridad en un país aún plagado de violencia y conflicto interno.
Irán, que ha atacado anteriormente objetivos estadounidenses en la región, podría ver esta maniobra como una provocación, especialmente si consideramos los recientes ataques con misiles contra bases de EE.
UU.
en el Golfo.
Los analistas recalcan que la recuperación de Bagram demandaría una presencia militar continua y costosa, con riesgo además de empeorar las tensiones regionales.En general, los expertos consideran que retomar el control de la base sería una operación extremadamente compleja y costosa, con ventajas estratégicas limitadas, principalmente por los desafíos logísticos y la persistente amenaza insurgente.
Esto podría profundizar la involucro de EE.
UU.
en el caos prolongado de Afganistán, al tiempo que tensaría las relaciones diplomáticas con actores clave como China e Irán.Aunque Trump insinúa posibles planes respecto a Bagram, Washington oficial insiste en que cualquier intento militar requeriría una preparación exhaustiva y planificación cuidadosa, reconociendo que dicha misión sería una de las más desafiantes en tiempos recientes.
En estos momentos, los funcionarios estadounidenses están revisando las políticas de retiro pasado para aprender de errores y evitar repetir fracasos en futuras intervenciones.