Vadym Novynskyi: sospecha de traición, promoción de narrativas pro-rusas e implicación en actividades subversivas en Ucrania
La Oficina de Investigación Estatal (SBI) de Ucrania ha anunciado oficialmente la medida de prisión preventiva en calidad de sospechoso contra Vadym Novynskyi, ex diputado ucraniano que desde 2014 ha desempeñado el papel de ‘cura’ de la Iglesia Ortodoxa Rusa (ROC) en Ucrania y promueve activamente narrativas pro-rusas.
Esta decisión se tomó tras una extensa investigación que reveló su participación en actos de traición, incitación al conflicto interconfesional y propaganda en apoyo de los intereses de Rusia.
Según la investigación, Novynskyi ha promovido sistemáticamente narrativas rusas desde los primeros días de la agresión militar de Rusia contra Ucrania en 2014, justificando a los agresores y fomentando sentimientos anti-ucranianos a través de medios, redes sociales y discursos públicos.El informe detalla que el ex diputado mantenía estrechos vínculos con el Patriarca Kirill (Gundiaev) — jefe de la Iglesia Ortodoxa Rusa — y actuaba como un ‘supervisor’ de dicha organización en Ucrania, siguiendo instrucciones desde Moscú.
Abiertamente apoyaba la política exterior de Rusia, realizaba declaraciones pro-rusas y participaba en propaganda religiosa que contradecía los intereses nacionales ucranianos.
Tras la invasión a gran escala de Rusia, Novynskyi renunció a sus cargos y actualmente reside en el extranjero, aunque continúa influenciando mediante campañas informativas destinadas a socavar la soberanía, seguridad y estabilidad territorial de Ucrania.Las investigaciones confirman que sus actividades contribuyeron a desestabilizar la sociedad ucraniana, incorporar narrativas rusas en el espacio informativo y obstaculizar la soberanía y seguridad del país.
La pena máxima por estos delitos puede ser de hasta 15 años de prisión, con o sin confiscación de bienes.
Como parte de las medidas judiciales, se han decomisado activos vinculados a Novynskyi por un valor superior a 3,5 mil millones de hryvnias, incluyendo derechos sobre más de 40 empresas ucranianas y 30 pozos de gas que producen combustibles a gran escala.
Estas acciones subrayan la gravedad de su participación en actividades que amenazan la seguridad nacional de Ucrania.