Fabricante chino de automóviles enfrenta crisis: del auge a la incertidumbre

Chas Pravdy - 18 septiembre 2025 05:41

Tras años de crecimiento acelerado y liderazgo en el mercado mundial de vehículos eléctricos, el gigante automotriz chino BYD se encuentra enfrentando desafíos imprevistos que amenazan con poner en duda sus ambiciosos planes.

La empresa, famosa por su agresiva estrategia de precios, innovación tecnológica y expansión a nivel internacional, ahora lidia con una disminución en las ventas internas y un aumento en las restricciones gubernamentales.

Según informa Bloomberg, aunque en 2024 BYD logró un éxito significativo en el extranjero y se consolidó como uno de los líderes en ventas globales de vehículos eléctricos, los problemas en el mercado interno comienzan a evidenciarse.

Desde mayo, cuando las ventas domésticas comenzaron a reducirse, BYD ha intentado mantener su posición mediante descuentos, enfrentándose a una creciente competencia de marcas como Geely, Leapmotor y Xiaomi.

La demanda estacional débil solo ha agravado la situación, haciendo que en agosto los beneficios experimentaran su primera caída trimestral en tres años.

Además, las restricciones más estrictas en la política de precios impuestas por Pekín han limitado la flexibilidad de la compañía para participar en guerras de precios.

Los datos muestran que entre mayo y agosto, las entregas en China disminuyeron en un 10% respecto al año anterior, generando mayor presión.

Mientras tanto, los mercados exteriores continúan siendo un elemento vital para BYD, ya que su estrategia de exportaciones y expansión global le permiten mantener ciertos ingresos, aunque en menor medida.

Sin embargo, en el escenario internacional la competencia es cada vez más dura, ya que países de Europa, América Latina y otras regiones intentan limitar la rápida penetración de vehículos eléctricos chinos.

La principal causa de los problemas actuales radica en las regulaciones nacionales: las nuevas restricciones a los descuentos han mermado los recursos estratégicos de BYD, y las nuevas reglas de financiamiento de la cadena de suministro han reducido los plazos de pago a proveedores de 275 a 60 días, afectando la liquidez.

Además, las autoridades chinas están considerando prohibir la reventa de autos nuevos después de la inscripción, lo que complicaría aún más la circulación rápida y el crecimiento del mercado interno.

A pesar de estos obstáculos, BYD continúa su expansión global, aprovechando su política de precios bajos y su estrategia de penetración internacional para mantenerse competitivo, aunque con riesgos y desafíos regulatorios cada vez mayores.

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