Uman se prepara para Rosh Hashaná en medio de la guerra: peregrinos judíos de todo el mundo planean acudir a pesar de los desafíos

A medida que se acerca el período festivo de Rosh Hashaná, que este año se celebra del 22 al 24 de septiembre, la ciudad de Uman en la región de Cherkasy vuelve a estar en el centro de atención debido a la gran afluencia de peregrinos judíos.
Su destino principal es la tumba del rabino Nahman, un sitio sagrado para miles de seguidores jasídicos que viajan desde distintas partes del mundo para cumplir con esta importante tradición espiritual.
Sin embargo, los acontecimientos recientes relacionados con la guerra en curso, especialmente la invasión rusa de Ucrania, complican sustancialmente estos planes.
Ucrania sigue enfrentando un conflicto militar a gran escala, lo cual genera serias preocupaciones de seguridad para los peregrinos.
Según informes publicados el 31 de agosto por la reconocida publicación israelí The Times of Israel, las autoridades ucranianas están considerando restricciones o incluso la prohibición de los peregrinajes a Uman para proteger la vida y la integridad de los asistentes.
Esta posibilidad ha generado debates y opiniones encontradas entre funcionarios, líderes religiosos y la comunidad.
A pesar de estas incertidumbres, muchos peregrinos mantienen su determinación de viajar, viendo esto no solo como un deber religioso sino como una obligación espiritual que trasciende los peligros.
Los años anteriores han demostrado que decenas de miles de judíos, sin importar las circunstancias bélicas, cruzaron las fronteras para rezar en la tumba del rabino Nahman.
Sin embargo, las autoridades ucranianas han expresado preocupación por la falta de refugios adecuados y medidas de emergencia en el país, citando las amenazas que aún persisten en medio del conflicto.
Por su parte, Israel ha prometido ayuda financiera y apoyo logístico para garantizar transporte y seguridad durante los eventos.
Moldavia, también, exige garantías, como aportes económicos para la creación de un terminal aéreo temporal y la presencia de policías en los vuelos y procesiones religiosas.
Insisten en que Israel debe transferir los fondos necesarios antes del 3 de septiembre para que la operación prosiga.
Inicialmente, estas planes fueron divulgados por el periodista Barak Ravid de Axios, señalando un funcionario ucraniano anónimo, pero posteriormente el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, Oren Marmorsthein, aclaró que no hay cambios en la política respecto a la llegada de los fieles a Rosh Hashaná y que la situación está bajo control.
El rabino Natan Ben-Nun del colectivo Bnei Brak en Uman también confirmó que todos los preparativos avanzan según lo previsto, con medidas de seguridad desplegadas y permisos en orden.
El gobierno israelí ha asignado 10 millones de chelines para vuelos y medidas de protección, y se espera la presencia de oficiales de policía israelíes durante las festividades para mantener el orden y garantizar la seguridad.
Además, Ucrania ha cambiado el estatus del sitio con la tumba del rabino Nahman, que ahora es un monumento nacional, mostrando su importancia y el compromiso de Ucrania para proteger este patrimonio.
Aunque la situación sigue siendo tensa, todas las partes involucradas están preparadas para llevar a cabo las celebraciones de Rosh Hashaná de manera segura y respetuosa con las tradiciones.
La comunidad judía mundial permanece firme en su fe y resiliencia, preparados para celebrar en un entorno donde prevalecen la valentía y la esperanza, en medio de un escenario conflictivo.