La Administración Trump evalúa devolver el nombre al «Departamento de Guerra» para fortalecer la imagen militar de EE. UU.
En los últimos días, la Casa Blanca ha vuelto a discutir la posible modificación del nombre de uno de los órganos más importantes del gobierno federal de Estados Unidos: el Departamento de Defensa.
Según información confidencial divulgada por WSJ, la administración del presidente Donald Trump está activamente considerando regresar al nombre histórico de la institución — el «Departamento de Guerra».
Esta decisión responde a un deseo estratégico de intensificar la retórica militar de EE.
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y recuperar una denominación que por última vez estuvo en uso en 1947, durante una profunda reestructuración militar.El cambio de nombre no solo tiene un significado simbólico.
Es factible a través de propuestas legislativas en el Congreso que autorizan la restauración de nombres históricos en situaciones excepcionales.
Fuentes indican que la Casa Blanca contempla varias opciones, incluida la reintroducción oficial del «Departamento de Guerra» en caso de emergencias nacionales o amenazas a la seguridad.El propio Trump anticipó esta idea en agosto, en un encuentro con el presidente de Corea del Sur, asegurando que los nombres antiguos suenan más contundentes y reflejan mejor la fuerza del país.
Se estima que esta transición o recuperación del nombre podría ocurrir en las próximas semanas, en línea con una estrategia para reforzar la postura militar y elevar la presencia de las Fuerzas Armadas estadounidenses.Desde su creación en 1789, la estructura del poder militar en EE.
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ha sufrido múltiples transformaciones.
Inicialmente, el «Departamento de Guerra» fue establecido para gestionar las fuerzas terrestres, mientras que la Armada se encargaba de la flota y la infantería marina.
Tras la Segunda Guerra Mundial, el presidente Harry Truman impulsó en 1947 una reforma que fusionó estos organismos en un único Departamento de Defensa, con el objetivo de mejorar la eficiencia, aunque enfrentó críticas por empoderar excesivamente al liderazgo civil.Para Trump, el nombre «Departamento de Guerra» tiene un fuerte significado simbólico y un marcado carácter de contundencia.
A lo largo de sus discursos ha manifestado su interés en volver a utilizar esta denominación, la cual considera que refleja una postura más agresiva y preparada para el conflicto.
Estas voces también señalan que la denominación actual podría disminuir la percepción de fuerza que desea proyectar EE.
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en un contexto internacional cada vez más tenso, especialmente frente a potencias como China.El secretario de Defensa, Pat Gorsett, ya expresó sus reservas, afirmando que el nombre «Departamento de Defensa» no suena tan impuesto y potente como debería.
En el marco de las tensiones internacionales, estas decisiones buscan reafirmar la autoridad militar y proyectar una imagen de dureza y determinación a nivel global.