Las Fuerzas Armadas de Ucrania llevan a cabo una operación de gran escala contra la logística rusa en la región de Bryansk
La noche del 29 de agosto, las fuerzas militares de Ucrania realizaron un ataque específico y dirigido contra una instalación estratégica crucial en la región de Bryansk, en Rusia.
Esta acción forma parte de los esfuerzos continuos de Kyiv para debilitar las cadenas de suministro militares rusas y socavar su capacidad de mantener operaciones prolongadas.
La operación provocó la destrucción de una estación de bombeo que desempeñaba un papel fundamental en el suministro de combustible a las fuerzas rusas.
Según el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania, la meta fue una estación de bombeo cercana a Naitopolovichi, responsable de transferir diésel mediante tuberías de gran diámetro, incluyendo aquellas utilizadas por el ejército ruso.
La capacidad anual de dicha estación era de aproximadamente 10,5 millones de toneladas, lo que la convierte en un elemento clave en la logística militar de Moscú.
La operación fue llevada a cabo con sistemas de misiles y artillería en coordinación con unidades de drones, fuerzas especiales y el Servicio de Seguridad de Ucrania.
En el lugar, se registró un incendio tras el ataque, y la magnitud de los daños aún se está aclarando.
Los representantes del Estado Mayor ucraniano subrayan que la estrategia consiste en reducir sistemáticamente las capacidades militares y económicas de Rusia, en particular su logística, para limitar su capacidad de sostener la guerra.
Fuentes rusas informan que, como respuesta, varios drones no tripulados fueron destruidos por los sistemas de defensa aérea, y también se reportan actividades de misiles en la región de Bryansk.
Cabe recordar que el 13 de agosto, las fuerzas ucranianas ya atacaron otra estación de bombeo en Unezea, en la región de Bryansk, utilizada para el suministro de combustible a las tropas rusas, lo que muestra un patrón sistemático en estos ataques y su enfoque en castigar la cadena logística del enemigo.