Círculos diplomáticos europeos analizan la propuesta de una zona de amortiguamiento de 40 kilómetros en territorio ucraniano: oportunidades y riesgos

Chas Pravdy - 29 agosto 2025 06:46

En los últimos días, los círculos diplomáticos en Europa han estado involucrados activamente en debates sobre la posibilidad de formar una llamada zona de amortiguamiento que se extienda aproximadamente 40 kilómetros entre Ucrania y Rusia.

Esta iniciativa surge en un intento por encontrar una solución viable para mantener la paz y la estabilidad en la región tras conflictos tanto pasados como recientes.

Según fuentes, incluyendo Politico, varios diplomáticos europeos revelan que esta zona es una de varias propuestas que consideran los líderes militares y civiles en el contexto de un posible acuerdo de paz o cese del fuego definitivo en Ucrania.

Sin embargo, cabe destacar que hay diferencias de opinión respecto a la profundidad de dicha zona y que aún no está claro si Kiev aceptaría su establecimiento, dado que implicaría posibles concesiones territoriales.

Algunas fuentes diplomáticas indican que, por ahora, Estados Unidos no participa en estas discusiones.

Sin embargo, el hecho de que las autoridades consideren bloquear una parte del territorio ucraniano para garantizar una paz frágil refleja la desesperación de los aliados de la OTAN, aseguran los expertos.

Jim Townsend, ex alto funcionario del Pentágono, compara esta situación con un intento desesperado, destacando que Rusia no tiene miedo de los europeos y que la presencia de unos pocos observadores británicos y franceses no detendrá su avance hacia Ucrania.

En cuanto al marco histórico, los diplomáticos europeos comparan la futura frontera con la división alemana en la Guerra Fría, en lugar del límite blindado entre Corea del Norte y Corea del Sur, que aún permanecen en guerra de hecho.

Sobre las fuerzas de paz, las discusiones varían entre 4,000 y 60,000 efectivos, aunque ninguno de los países ha asumido compromisos oficiales aún.

El expresidente estadounidense Donald Trump ya rechazó la participación militar de EE.UU.

en esta operación.

La política actual de Washington es que no desplegará tropas americanas, centrando sus esfuerzos en preparar una fuerza de respuesta rápida de hasta 300,000 soldados para defender el flanco oriental de la Alianza en caso de una agresión rusa.

Las fuerzas de paz, en caso de deployment, tendrían una doble función: patrullar la zona desmilitarizada y capacitar a las fuerzas armadas ucranianas.

También se discuten escenarios de escalada y reglas de uso de la fuerza, así como la posible implicación de terceros países si Moscú se opone a la presencia de tropas internacionales.

Francia y Reino Unido posiblemente integrarán el grueso del contingente extranjero, pero Polonia y Alemania han expresado su oposición a enviar tropas a Ucrania por temores de vulnerabilidad.

Además, las naciones europeas mantienen negociaciones con Washington para mejorar el apoyo en reconocimiento satelital y apoyo aéreo, siendo EE.UU.

una potencia clave en el monitoreo del cumplimiento de los acuerdos.

Autoridades del Pentágono han declarado que EE.UU.

desempeñará un papel mínimo en las garantías de seguridad para Ucrania, dejando la mayor parte en manos de sus aliados europeos, lo que refleja una notable incertidumbre respecto a la extensión del compromiso militar que puede asumirse.

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