La agresión rusa dirigida a la apropiación de niños ucranianos bajo el disfraz de ‘campamentos de verano’ y russificación sistemática
Las políticas delictivas de Rusia respecto a los niños ucranianos están en aumento: las autoridades de ocupación están trasladando masivamente a los pequeños desde los territorios temporalmente ocupados bajo la fachada de ‘campamentos de verano’ organizados, pero en realidad, esto constituye una campaña sistemática de secuestro, russificación y manipulación ideológica.
Según el Centro de Resistencia Nacional, este verano unos 85,000 niños ucranianos fueron forzosamente trasladados desde las regiones ocupadas y llevados a regiones rusas bajo el pretexto de ‘apoyo’ y ‘rehabilitación’.
Además, otros 180,000 niños, provenientes de familias de militares rusos, también han sido víctimas de este programa, cuyo presupuesto total superó los 62 mil millones de rublos.
Los expertos advierten que esto no es solo una cuestión de bienestar temporal, sino una política deliberada de russificación, propaganda y destrucción de la identidad ucraniana.
Se expresa preocupación de que el Kremlin busca utilizar a los niños ucranianos como recurso para futuras acciones militares, creando condiciones para la movilización o la desestabilización interna de Ucrania.
Un ataque masivo en la ciudad de Lozova dejó a toda la ciudad sin electricidad, y entre los heridos había niños.
El Centro de Resistencia Nacional señala que esta estrategia de russificación sistemática y secuestro infantil refleja la guerra ideológica cínica que Rusia libra contra Ucrania.