India atrapada en tarifas comerciales: cómo las sanciones de EE. UU. están rediseñando su rumbo estratégico

En medio de la turbulencia económica global y las tensiones geopolíticas, el panorama económico de la India está experimentando cambios significativos impulsados por las nuevas tarifas impuestas por Estados Unidos.
El 27 de agosto, la administración estadounidense duplicó las tarifas sobre productos indios, llevándolas al 50%, marcando una escalada sustancial en la creciente fricción entre las dos democracias más grandes del mundo y afectando su relación estratégica.
Aunque India aprovechó su posición para aumentar las importaciones de petróleo ruso con descuento tras el inicio de la guerra en Ucrania, las nuevas tasas arancelarias de EE.
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amenazan con cancelar esos logros.
Según estimaciones, India aumentó sus importaciones de petróleo ruso a al menos 17 mil millones de dólares desde principios de 2022, lo que ha sido crucial para su economía.
Sin embargo, datos del Global Trade Research Initiative (GTRI) en Nueva Delhi indican que estos aranceles adicionales podrían reducir las exportaciones indias en más del 40%, o casi 37 mil millones de dólares, solo en tres meses del año fiscal actual.
Esto plantea retos reales para el primer ministro Narendra Modi, quien enfrenta la posible pérdida de miles de empleos en sectores clave como el textil, las piedras preciosas y la joyería.
Mientras tanto, el conflicto en Ucrania y las fluctuaciones en los precios del petróleo afectan aún más las relaciones comerciales y energéticas de la India, impulsando una posible reevaluación de su alianza a largo plazo con Rusia y una estrategia de mayor cooperación con EE.
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para equilibrar sus intereses regionales.
Hoppim Jacob, fundador del Consejo de Estudios Estratégicos y de Defensa de Delhi, destaca que Rusia sigue siendo un socio indispensable, proporcionando petróleo asequible, tecnología militar y apoyo diplomático en cuestiones críticas.
A pesar de las tensiones en las relaciones entre EE.
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e India durante la administración de Trump, Estados Unidos continúa siendo el aliado estratégico principal de la India, y en este momento, el país no puede permitirse elegir entre ambos.
Fuentes gubernamentales indias informan que se busca reactivar los lazos con Washington y aumentar las importaciones energéticas estadounidenses, sin dejar de mantener algunos intercambios con Rusia.
El Ministro de Asuntos Exteriores afirmó que se mantienen conversaciones en curso sobre comercio, seguridad energética, cooperación nuclear y intercambio de inteligencia.
Al mismo tiempo, analistas internacionales advierten que las sanciones de la UE dirigidas a Rusia dejarán la oferta de petróleo fuera de su alcance inmediato, pero que el petróleo ruso ya representa casi el 40% de las importaciones totales de India.
Los expertos prevén que detener de inmediato las compras de petróleo ruso, que actualmente suman alrededor de 2 millones de barriles diarios, podría disparar los precios mundiales del petróleo por encima de los 200 dólares por barril, lo que generaría una grave crisis económica en un país que es el tercer mayor consumidor e importador de petróleo del mundo.
La interrupción de estas importaciones podría desestabilizar toda la cadena de suministro y causar aumentos drásticos en los precios internos de los combustibles.
Los analistas sostienen que las acciones recientes de EE.
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han tensado las relaciones con India hasta quizá su peor nivel desde las sanciones por las pruebas nucleares en 1998.
La disputa también podría afectar otros ámbitos, como las visas para trabajadores tecnológicos y la subcontratación de servicios, impactando los intereses económicos indios.
Aunque India logre negociar la reducción de algunos aranceles, es probable que las consecuencias en sus relaciones comerciales y diplomáticas persistan por un tiempo.