El futuro de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana (Patrimonio de Moscú) en medio del conflicto Ucrania-Rusia: desafíos internos y estrategias geopolíticas

Chas Pravdy - 27 agosto 2025 17:15

El análisis de la situación en torno a la Iglesia Ortodoxa de Ucrania del Patriarcado de Moscú (IOU PM) revela una interacción compleja entre estructuras eclesiásticas, intereses políticos y ambiciones entre estados en el contexto del conflicto actual entre Ucrania y Rusia.

La posibilidad de negociaciones pacíficas entre ambos países intensifica el debate sobre el futuro de esta iglesia, que sigue siendo una herramienta importante de influencia rusa en Ucrania.

Por otro lado, su disolución o debilitamiento significativo puede convertirse en uno de los objetivos principales de las autoridades ucranianas, que buscan reducir la influencia prorrusa en el ámbito religioso.

Sin embargo, este proceso se complica por prolongados litigios judiciales y conflictos entre el Estado y las instituciones religiosas.

Según nuevas leyes y directivas gubernamentales, la IOU PM recibió una fecha límite — 18 de agosto — para eliminar cualquier signo de afiliación con Moscú, pero sus líderes se niegan a cumplir, alegando que esas directivas no les afectan.

En este escenario, solo queda esperar decisiones judiciales, que seguramente se alargarán durante años, lo cual puede ser una estrategia para las estructuras eclesiásticas para retrasar y resistir las sanciones.

Mientras tanto, la táctica de “esperar y ver” empieza a surtir efecto, ya que ambas partes se preparan para futuras negociaciones.

Los escándalos internos y las provocaciones informativas siguen alimentando la narrativa: denuncias sobre un pasaporte ruso del Metropolitan Onufriy, registros en su diócesis natal en Chernivtsi-Bukovina, y manipulaciones con fotos comprometedores aumentan las tensiones y refuerzan los mitos sobre su lealtad a Rusia.

Además, en el escenario geopolítico regional, la influencia rusa es evidente, especialmente en Bukovina, que está envuelta en intrigas ucranianas, rusas y rumanas.

Esto pone de manifiesto la arraigada presencia de sentimientos prorrusos en círculos eclesiásticos y políticos, utilizados para cumplir objetivos estratégicos.

Para las políticas ucranianas, reducir la influencia de la IOU PM y aislar a las fuerzas prorrusas son objetivos a largo plazo, que podrían tomar años en concretarse.

Los esfuerzos actuales por cambiar el liderazgo de la iglesia se enfocan en el Metropolitano Onufriy y en posibles rivales, cuyos nombres están ligados a esfuerzos por debilitar o “reformular” la estructura eclesiástica.

La estrategia general depende de alianzas, acuerdos internos y de intereses geopolíticos, transformando el devenir de la iglesia en un escenario en miniatura de las relaciones entre Ucrania y Rusia.

En última instancia, todo gira en torno a un objetivo principal: mantener el control y luchar por el futuro de la iglesia, que podría convertirse en símbolo de las nuevas fases en la confrontación entre Ucrania y Rusia.

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