Trump confía en la diplomacia personal con Putin: ilusiones, confusión estratégica e incertidumbre en el conflicto de Ucrania

A mediados de mayo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró a los periodistas que la forma más efectiva de resolver el conflicto en Ucrania era a través de reuniones personales con Vladimir Putin.
Según su opinión, hasta que ambos líderes no se sienten a la mesa de negociaciones, no ocurrirá nada sustancial.
Trump insistió en que una cumbre de este tipo podría ser la clave para alcanzar un acuerdo y detener la guerra que lleva más de un año destruyendo Ucrania y poniendo en peligro la estabilidad regional.
Sin embargo, solo nueve días después de esa declaración, la situación se volvió cada vez más enmarañada y ambigua, con signos de que cualquier progreso real se había detenido, informa The New York Times.
Durante esos días, desaparecieron las señales de negociaciones activas, y analistas comenzaron a hablar de una incertidumbre estratégica que rodea los posibles planes de EE.
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para resolver la crisis.En ocasiones, Trump insinuó que tal vez no habría reuniones directas entre Putin y Zelenski; en cambio, abogaba por conversaciones personales entre ambos presidentes que ayudaran a reducir la tensión y llegar a un acuerdo.
Pero, actualmente, no hay ninguna cumbre oficial ni reunión cara a cara programada entre los líderes ruso y ucraniano.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, confirmó el domingo que “la agenda no está preparada en absoluto”, subrayando la falta de avances en los esfuerzos diplomáticos.Mientras tanto, Trump intenta convencer a los aliados europeos de que Putin supuestamente aceptó desplegar fuerzas de paz en Ucrania, pero Moscú cada vez describe un escenario diferente: funcionarios rusos sugieren que Moscú asumirá el papel de garante de seguridad para Ucrania, contradiciendo las afirmaciones anteriores.
Cuando se le preguntó sobre la naturaleza de esas garantías, Trump admitió que “los detalles aún no se han discutido”, revelando una profunda brecha estratégica y una incertidumbre en los enfoques.
Esta ambigüedad aumenta la incoherencia dentro de la postura de EE.
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sobre su papel en Ucrania.Por un lado, Trump a veces se posiciona como un posible mediador que puede influir para impulsar un acuerdo.
Por otro, subraya repetidamente que EE.
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no puede emplear medios militares y que Ucrania y Rusia deben resolver sus problemas por sí mismas.
Anteriormente, insinuó que podría persuadir a Putin y Zelenski para que negocien, pero deja espacio para retiradas y negaciones, sugiriendo que, en caso de fracaso, simplemente podría retirarse.Sus habilidades diplomáticas en este asunto parecen cuestionables, ya que la historia muestra que las negociaciones personales de Trump con líderes raramente conducen a soluciones concretas.
La cumbre de Anchorage en 2019, cuyo objetivo era reducir tensiones con Rusia, terminó en fracaso y aumentó la confrontación.
Similar a la diplomacia con Corea del Norte, donde nunca se logró la desmilitarización nuclear, las negociaciones incompletas con Rusia podrían empeorar aún más la situación.Hoy en día, los esfuerzos diplomáticos parecen ser solo espectáculos orquestados y exhibiciones mediáticas.
Es notable que, hace unos años, Putin sonreía durante apretones de manos y sesiones de fotos con Trump, pero los avances concretos siguen siendo esquivos.
Los expertos advierten que las manipulaciones rusas y la diplomacia teatral siguen siendo estrategias principales, impidiendo avances reales.En general, la ambigüedad diplomática, la incertidumbre estratégica y la falta de acuerdos concretos generan una creciente desconfianza en las perspectivas de una pronta resolución de la crisis en Ucrania.
La experiencia de fracasos pasados demuestra que, sin una estrategia clara y coherente que considere los intereses reales y la identidad de las partes involucradas, las negociaciones solo permanecerán en ilusiones.
Por ahora, mientras la diplomacia se desarrolla en los niveles más altos, los ucranianos solo pueden esperar acciones reales en lugar de promesas vacías y manipulaciones.