Día de los Mártires Adrián y Natalia: Historia, Tradiciones y Prohibiciones

Chas Pravdy - 26 agosto 2025 00:33

Cada año, el 26 de agosto, los cristianos de rito oriental en Ucrania conmemoran una de sus festividades religiosas más significativas: el Día de los Mártires Adrián y Natalia.

Esta celebración posee profundas raíces históricas y un significado especial para la comunidad creyente, pues está vinculada con la historia trágica pero inspiradora de dos mártires que representan la fe y la devoción a Dios.

La historia de esta festividad se remonta a varios siglos atrás: la fecha ha cambiado con los años, dependiendo del calendario eclesiástico, y en la actualidad se celebra el 26 de agosto según el calendario nuevo, tras haber sido anteriormente fijada el 8 de septiembre.

Este cambio ocurrió cuando la Iglesia Ortodoxa de Ucrania adoptó el calendario gregoriano.

Según la leyenda, Adrián de Nicaea fue un funcionario romano destacado que laboraba en la ciudad de Nicaea, en la antigua provincia de Asia Menor, en lo que hoy es Turquía.

Ejercía como guardia personal del emperador gallérico y fue un firme defensor de la fe cristiana.

Testigo de las persecuciones brutales contra los cristianos en Nicaea, asistió a los juicios en los que 22 creyentes sufrieron martirio.

Conmovido por su valentía, Adrián decidió declararse cristiano y fue condenado a muerte por su fe.

Su esposa, Natalia, practicaba en secreto el cristianismo y apoyaba a su esposo en su decisión de permanecer fiel a Dios hasta el final.

Tras la muerte de Adrián, Natalia intentó lanzarse al fuego para acompañarlo en su martirio, pero fue salvada.

Ella huyó junto con otros cristianos a Constantinopla, donde oró largas horas por las almas de los mártires.

En una noche, tuvo un sueño en el que Adrián le anunciaba que pronto se reencontrarían.

Sin embargo, su destino fue trágico: la encontraron muerta en una iglesia.

En ese día, en la tradición popular, existen ciertas prohibiciones: no realizar compras no planificadas para evitar dificultades económicas, y procurar no pelear con los seres queridos, especialmente con las esposas, tomando como ejemplo a la santa Natalia, que apoyó a su esposo en sus momentos más difíciles.

También no se recomienda desear el mal a otros o hablar mal de ellos.

La celebración inspira a los creyentes a recordar los sacrificios realizados por los santos y a fortalecer su fe, manteniendo la armonía y las buenas tradiciones.

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