Polonia refuerza sus acciones contra extranjeros tras el incidente en el concierto de Max Korzh en Varsovia: deportaciones y prohibiciones de entrada

Tras los graves incidentes ocurridos durante la actuación del rapero bielorruso Max Korzh en Varsovia el pasado 9 de agosto, las autoridades polacas y las fuerzas de seguridad han intensificado sus acciones contra los extranjeros que participaron en los disturbios.
Según datos de la oficina de frontera, ya han sido deportados 63 individuos enmarcados en procedimientos oficiales, incluyendo a 57 ucranianos y 6 bielorrusos.
En una rueda de prensa, el comandante de la Oficina de Fronteras, el general de brigada Robert Bagan, informó que, tras reunir las pruebas proporcionadas por la policía, se inició un proceso de deportación contra dichas personas.
Hasta ahora, 53 casos han sido cerrados, mientras que otros 10 aún están en curso.
Además, 13 extranjeros considerados una amenaza para la seguridad del Estado y el orden público han sido expulsados del territorio polaco.
Otros 10 individuos han salido de manera voluntaria, y 30 han sido incluidos en la lista negra, que prohíbe su ingreso a los países de la zona Schengen.
Estas acciones reflejan una política firme para controlar y prevenir futuras perturbaciones en eventos públicos.
El ministro del Interior, Marcin Kervinsky, declaró que Polonia responderá con dureza ante cualquier provocación o transgresión, reafirmando su apoyo a Ucrania y su hospitalidad hacia los visitantes ucranianos.
Subrayó que cualquier persona que incumpla la ley, sin importar su nacionalidad o afiliación política, debe afrontar las sanciones y perder su estatus de invitado.
Durante el concierto, fueron grabados momentos en los que se mostraba una bandera de la UPA, símbolo prohibido en Polonia, lo que generó gran malestar social.
El embajador de Ucrania en Polonia reaccionó ante la situación convocando al diálogo y a la tolerancia.
En total, la policía arrestó a 109 personas por diversos delitos, incluyendo tenencia de drogas, uso ilegal de pirotecnia, peleas con seguridad y entrada no autorizada al estadio.
Además, 50 asistentes recibieron multas por aproximadamente 11,450 zlotys (unos 3,100 dólares).
La exhibición de la bandera de la UPA durante el evento desató una ola de polémica, considerándose una provocación por parte de algunos.
Dmytro, uno de los participantes ucranianos, posteriormente se disculpó, explicando que el símbolo representaba su apoyo a la nación ucraniana y no tenía connotaciones políticas.