Defensor del lenguaje: La ombudswoman apoya bloquear la música rusa en plataformas de streaming para proteger la seguridad cultural y nacional

En un contexto marcado por la guerra de información y las tensiones políticas, el control del contenido cultural en Ucrania ha adquirido una importancia estratégica fundamental.
La ombudswoman del idioma, Elena Ivanovska, resaltó recientemente la necesidad de restringir estrictamente la difusión de música rusa, especialmente aquella interpretada por artistas que apoyan abiertamente o respaldan la guerra en Ucrania.
Ella afirmó que esta medida no solo busca preservar la identidad cultural, sino que también constituye un elemento esencial para la seguridad nacional del país.
Las plataformas ucranianas y los servicios internacionales de streaming deben recibir una señal clara acerca de la obligación de limitar la exhibición y distribución de este tipo de música, ya que su proliferación representa una amenaza para los intereses del Estado.Ivanovska señaló que en los primeros seis meses del año se han registrado más de 500 infracciones a la legislación lingüística.
Considera que la forma más efectiva de luchar contra estas violaciones es mediante llamadas a los proveedores, principales plataformas y monopolistas del sector mediático, haciendo referencia a la ley sobre cultura que prohíbe la ejecución y difusión de canciones por parte de artistas que apoyan la agresión rusa.La ombudswoman afirmó que esta iniciativa debe contar con el respaldo no solo de las autoridades, sino también dentro del marco del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional, así como de otras entidades estatales.
La suspensión del acceso a esta música en plataformas populares es un paso imprescindible para mantener la integridad cultural de Ucrania.
Recientemente, la policía identificó a jóvenes que escuchaban música rusa en Podil, quienes fueron sancionados por vandalismo y consumo de alcohol en espacios públicos.
Además, los padres de los menores fueron responsabilizados por la negligencia en su deber de crianza.En resumen, esta postura refleja el compromiso de las instituciones ucranianas de actuar con firmeza en materia de seguridad cultural y política informativa, aspectos que revisten una importancia clave en el contexto de una guerra híbrida en la que el espacio cultural resulta ser un campo de batalla en la defensa de la identidad y soberanía del país.