Hungría percibe la declaración de Zelensky sobre ‘Amistad’ como una amenaza y llama al diálogo

Los recientes acontecimientos en torno a las relaciones entre Ucrania y Hungría vuelven a resaltar la tensión en la región y simbolizan la complejidad de la coexistencia entre ambos países en el contexto de la seguridad energética.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, durante una conferencia de prensa junto al primer ministro canadiense, Marc Garneau, mencionó el oleoducto ‘Amistad’, insinuando que su futuro depende de la postura de Budapest.
Esto provocó la enérgica reacción del gobierno húngaro, donde el ministro de Asuntos Exteriores, Péter Szijjártó, calificó las palabras de Zelensky como una ‘amenaza grosera’.
El gobierno de Budapest considera estas acciones como un grave ataque a su seguridad energética y una infracción a su soberanía nacional.
La situación requiere diálogo y búsqueda de un compromiso, ya que una mayor escalada podría tener consecuencias graves para toda la región.
Además, los comentarios de Zelensky aumentaron la tensión con países vecinos, como Eslovaquia, que subrayó la importancia de mantener la estabilidad en el suministro de recursos energéticos, especialmente tras los recientes ataques al oleoducto ‘Amistad’.
En las últimas semanas, las fuerzas ucranianas han utilizado sistemas no tripulados para atacar este objetivo estratégico, que suministra petróleo a Hungría y Eslovaquia.
Estas acciones generaron preocupación internacional y profundizaron la crisis de confianza entre los países de la región, resaltando la necesidad de mantener canales diplomáticos para evitar mayor agravamiento de la situación.